La vigésima jornada de LaLiga SmartBank no supuso un mero trámite para el Málaga CF, ni mucho menos. Un punto de oro, sí, pero que estuvo condicionado por numerosos factores. Decisiones arbitrales, ausencias en el club blanquiazul e incluso positivos por Covid-19 en el club vasco. Aún así, el Málaga rompió los registros en Ipurúa.
El conjunto dirigido por José Alberto López dio un golpe sobre la mesa en cuanto a imagen se refiere. Si bien es cierto que hubo altibajos durante el encuentro, la garra y la intensidad volvieron a un equipo que consiguió ‘rescatar’ un punto en territorio hostil.
Además de ello, los boquerones rompieron una serie de estadísticas que jugaban en su contra. La primera de ellas fue la de la falta de gol. Antes de comenzar el encuentro, el Málaga poseía un promedio de 12,33 remates necesarios por cada tanto, y en el día de ayer cambió radicalmente. En el primer remate sobre la portería de Yoel, Sekou abrió la lata. No fue hasta el minuto 82′ que Brandon haría el segundo, con un total de 14 disparos en todo el encuentro. Por tanto, el club de Martiricos disminuyó esa cifra, necesitando en el partido 7 disparos para cada gol.
Trasladando la lupa a otro factor durante el desarrollo del choque, el Eibar ostentaba una racha que ayer se cortó. En los 9 partidos que los de Garitano se habían llegado a poner por delante en el marcador, siempre habían ganado. Así parecía que iba a seguir siendo, pero Brandon aguó la fiesta. Tras alcanzar el 2-1 a favor de los vascos con el gol de Corpas, el equipo blanquiazul se recompuso y dejó el 2-2 final que terminó con ese dato en favor de sus rivales.
El Málaga rompió los registros en Ipurúa, y consigue más confianza a raíz de tener las cifras en la mano tras el encuentro. Un partido que puede servir como punto de inflexión para terminar el 2021 con una buena racha y un cambio de aires que facilite el camino en la segunda vuelta. Próxima parada en LaLiga SmartBank, el Leganés de Nafti en La Rosaleda.
Un cambio necesario que dió sus frutos. El equipo se repuso al mal arbitraje,dos penaltis que no eran y los propios nervios de verte ganando un partido que en tres minutos cambió radicalmente. A seguir ese camino. Vamos Málaga!