No es una cuestión puntual. Es ya un mes y medio de competición. Forma parte de la rutina la de ver al Málaga en la parte baja de la tabla. Ocho jornadas de las doce disputadas. Los blanquiazules ocuparon en puestos de descenso en la quinta fecha del campeonato y de momento no es capaz de salir de la línea roja. Tras la derrota por la mínima en Huesca, acabaron durmiendo casi en el hoyo. El Málaga sigue instalado en peligroso alambre.
Los de Pablo Guede por aquel entonces tenían la posibilidad de salir de la zona complicada, pero el tropiezo en Tenerife (3-1) hundía al equipo más en la tabla. Fue el último encuentro del argentino al frente del Málaga. En ese momento, los de Martiricos tenían la salvación a más de un partido. Un escenario similar al que viven en la actualidad.
Y es que la llegada de Pepe Mel tampoco ha despertado o levantado al equipo. Es cierto que se ha visto un Málaga más ordenado. Lógicamente estas sensaciones no valen de nada si no se traducen en puntos. Con el madrileño al frente de la nave, el Málaga CF solo ha sumado 6 puntos de 18. Tampoco ha podido sacar al equipo de ese peligroso alambre. Ha tenido oportunidades de ello, pero las victorias no se produjeron.
Casi mes y medio después de su llegada, el Málaga necesita encadenar más de una victoria consecutiva para eludir los puestos de descenso y salir del peligroso alambre en el que anda instalado. Ya solo por eso sino al menos por ver una reacción deportiva y que no termina de producirse. El triunfo efímero ante Lugo no dio el ansiado empujón anímico que necesita el grupo y por supuesto la afición.
El calendario no da tregua. Los de Pepe Mel reciben este domingo al Eibar. Es cierto que el conjunto armero este curso no ha mostrado el puño de hierro del curso pasado y como visitante solo ha firmado una victoria en cinco partidos.
A mi humilde modo de entender la situación, y con el tramo de liga que ya ha pasado, entiendo que sólo caben dos escenarios: uno, el estado permanente en el que vivimos; es decir, en puestos de descenso, algún empate/victoria aislado y..DESCENDER; y otro segundo escenario, que es invertir en fichajes de cierto «nivel» (lo cual no es nada fácil) que hagan que el equipo remonte en lo que quedaría de liga y se produjera lo que ahora, al menos yo veo como un «milagro». Esta última opción pasa porque no sea el Sr. Gaspar el que fiche, pero visto que cuenta con el beneplácito del Sr Administrador, pues ….nada, a bajar y luego a lamentarnos los que no necesitamos aferrarnos a un puesto/cargo para sentir los colores aunque el equipo ni existiera. Porque muchos (y comprendo que es una necedad procediendo de un deporte) somos tan «amantes aficionados» al equipo de nuestra ciudad, que SUFRIMOS por cada derrota.
Zzzz