El caso de Borja Garcés con el Leganés ha dado la vuelta por todo el país este pasado fin de semana. El delantero acudió a la boda de su hermano sin permiso del equipo pepinero y eso provocó el enfado de Asier Garitano, que rajó en sala de prensa, y alguno de sus compañeros de vestuario, según han publicado los compañeros que siguen la actualidad del Lega en MARCA. Su estancia en Butarque parece complicada al menos mientras el entrenador siga siendo el mismo. El Málaga, que ya se interesó y mucho por Garcés en verano, sigue atento la sucesión de capítulos de esta historia.
“Mientras yo sea el entrenador no volverá a vestir la camiseta del Leganés”, sentenció Garitano tras la derrota del Leganés contra el Tenerife. El punta ha pedido perdón a todos en un comunicado y ya lleva dos entrenamientos con el resto de sus compañeros. “Buenas noches pepineros, pido perdón de todo corazón al club, al cuerpo técnico, a mis compañeros y a la afición”, decía el jugador en un escueto vídeo en el que intentaba calmar las aguas. La situación es delicada y en el Leganés se piensa más en finiquitar la cesión y devolver al jugador al Atlético de Madrid en invierno.
El Málaga tiene un problema con la delantera. Sekou solo ha podido ser titular dos veces desde que llegó al Málaga a finales de agosto. Mientras, Chavarría tiene que seguir esperando su oportunidad tras su grave lesión. Con tal escenario, el Málaga es un equipo que necesita gol a toda costa. Es por eso que los malaguistas no descartan ningún escenario. Borja Garcés era el favorito de Manolo Gaspar para la delantera este verano.
El atacante acabó aceptando la oferta del Leganés en un momento en el que la escuadra de Martiricos no tenía suficiente margen económico. Ahora, el equipo blanquiazul no descarta intentarlo otra vez si el jugador vuelve al Atleti en enero. Es por eso, que el Málaga seguirá atento la situación de Garcés de cara al futuro.