Se busca velocidad, se buscan extremos. Además del ‘9’, ésta es otra de las demarcaciones que quiere atar la dirección deportiva en un mercado que se sigue cociendo a fuego lento y en el que el Málaga cuenta con una competencia elevada. Velocidad, desborde, drible y verticalidad
La prioridad de la dirección deportiva sigue siendo Yanis Rahmani. Es público y notorio que el club blanquiazul quiere volver a contar con el francoargelino en sus filas. El vestuario malaguista también lo vería con buenos ojos tras el gran grupo que se fraguó el año pasado con Sergio Pellicer.
Yanis, propiedad del Almería, no sabe aún cuál va a ser su futuro. De momento tiene contrato en vigor con el equipo andaluz, pero a lo largo de estas semanas también se ha rumoreado con su llegada a Girona.
Con la baja de Joaquín Muñoz que regresó a Huesca tras cumplir su cesión en el Málaga, la pizarra de José Alberto López está huérfana de velocidad. El técnico asturiano solo dispone de Jairo Samperio e Hicham. El marroquí deberá dar un paso adelante esta campaña puesto que deja de ser sub-23.
De ahí que Manolo Gaspar intensifique contactos con agencias y jugadores para reforzar las alas del Málaga CF. Sin estrés pero sin pausa. El caladero es reducido por lo que los tiempos son claves a la hora de acometer los movimientos.
Más allá de Yanis Rahmani, hay varios nombres en la agenda del club de Martiricos. El perfil es claro: jugadores que estén libre o hayan terminado contrato, cesiones de clubes que tengan excedentes en su plantilla o jugadores a préstamo procedentes de la cantera de equipos superiores. El Málaga pelea cada movimiento y de momento, la Cueva rastrea el mercado en busca de velocidad y desborde