Málaga es blanquiazul. No solo la capital, toda la provincia. Es una realidad palpable en La Rosaleda, cientos de aficionados recorren muchos kilómetros para no perderse a su equipo en el templo malaguista cada jornada.
El Málaga percibe el cariño de estos malagueños, pero se ha marcado el objetivo de incrementar esa afición en los diferentes puntos de la provincia. Por esta razón, lanza la campaña ‘Malaguistas de Raíz’.
Con esta iniciativa, el club de Martiricos pretende que cada uno de los municipios tengan la oportunidad de ser protagonista de una jornada en La Rosaleda. Se pondrá a su disposición un autobús para el traslado de aficionados a los que se entregará camisetas oficiales, la máxima autoridad municipal estará presente en el Palco de Honor, se pondrá un stand con sus productos autóctonos en la zona VIP, aparecerán en el videomarcador, en la ‘U’ televisiva y serán mencionados por el speaker oficial, entre otras cosas.
Tras el acuerdo de patrocinio con la Diputación Provincial de Málaga este verano, la Entidad entendió que esta fórmula le ayudaría en el viejo anhelo de crecer en todas nuestras localidades, por muy lejos que se encuentren.
Esta acción llega a colación del anuncio de los previsibles cambios en cuanto al aforo disponible. El presumible relajamiento de las restricciones debido a la baja de la incidencia de la COVID-19 permite el desarrollo de diferentes medidas en cuanto a la afición, que el Club irá adoptando en un futuro próximo.
Esta iniciativa, muy acertada, llega como casi todo en el Málaga, TARDE… Buscar el apoyo de la provincia es algo muy acertado y q debería llevar haciéndose años, lo mismo que tb debería hacerse, es meterse en los colegios, invitar a los chavales a entrenamientos, etc etc… Hay q plantar semillas para tener una masa social como la que este club merece, sin desmerecer a los mal contados 14000 q siempre estamos ahí al pie del cañón… Vamos Málaga!!!
Pues si,llega decadas tarde,en antequera por ejemplo hay más peñas sevillistas y beticas que malaguistas,pero en fin,más vale tarde que nunca.