Los de Garitano cuentan con un debe que los boquerones aprovechan con asiduidad. El importante problema del Cádiz CF que el Málaga CF es experto en explotar.
El Cádiz CF se enfrenta a la necesidad urgente de reaccionar tras la derrota sufrida en la jornada 29 de LaLiga Hypermotion contra el Albacete, que supuso su primer tropiezo con Gaizka Garitano al mando. Este 3-0, un marcador contundente, dejó al descubierto la difícil situación que atraviesa el equipo: alejado del ascenso a doce puntos de distancia y con la permanencia como su principal objetivo, siete puntos por encima del 19º puesto que ocupa el Eldense.
La mala primera mitad de la temporada 2024-25 ha comenzado a pasarle factura y un ascenso en este curso parece poco probable. La racha récord cosechada en este primer tercio de 2025 de poco les ha servido para soñar con la promoción de ascenso. Eso sí, crucial para no verse con el agua al cuello por abajo. Ahora, deben visitar a un rival siempre correoso y directo como es el Málaga CF este domingo a las 16:15 horas.
Sin embargo, la llegada de Garitano ha traído una mejora en el rendimiento del equipo. Aunque su impacto ha sido positivo, no ha sido suficiente para que el Cádiz pueda meterse de lleno en la lucha por los puestos de arriba de la clasificación. El objetivo actual es centrarse en evitar el descenso a la Primera Federación. En cuanto a los números bajo la dirección de Garitano, el equipo ha mostrado un mejor balance goleador con un Ontiveros brillante: 18 goles a favor y 11 en contra en los 11 encuentros disputados. Aunque los goles a favor son satisfactorios, la principal preocupación sigue siendo los tantos encajados. Aquí es donde se encuentra el dato que el Málaga CF debe aprovechar.
De esos 11 tantos encajados, hasta 9 de ellos han sido en la última media hora de los partidos. Burgos (88′), Almería (60′), Eldense (87′), Cartagena (60′), Racing de Santander (60′ y 80′) y Albacete (66′, 74′ y 89′). Ello denota que el cuadro gaditano alcanza el último tercio de los partidos con un desgaste considerable y el orden defensivo torna en un ajuste más anárquico. Es un arma de doble filo. Por supuesto, los datos hay que contextualizarlos en cada uno de los encuentros, pero sí que reflejan esa complicación que encuentran en los últimos minutos de mantener la portería a cero. Dicho esto, aquí es donde el cuadro de Sergio Pellicer debe hacer hincapié.
El técnico de Nules tiene un discurso muy propio y habitual. Uno de sus argumentos más repetidos se basa en el nivel de competitividad durante los 90 minutos. Llegar a los últimos instantes de los partidos vivo. Y ahí, que el Dios del fútbol actúe. Y lo cierto es que esta temporada lo está haciendo. No es cuestión de suerte, sino de condición física. El equipo malacitano es uno de los que más corre por partido de la categoría. Una de las consecuencias de esto es que está encontrando muchos goles en los minutos finales de los partidos.
Tal y como refleja esa gráfica, mucho de los acontecimientos que le ocurren al Málaga CF en los encuentros, sean positivos o negativos, transcurren en los minutos finales. El tramo en el que los malagueños ven más puerta es del 81′ al 90′, con un total de 8 de los 31 goles anotados. Es un dato que sin duda casa de forma positiva con el problema que tienen los del Nuevo Mirandilla para cerrar su portería en esas situaciones. No es oro todo lo que reluce dado que ese tramo también es en el que más encaja. Seis de los 30 goles en contra han sido en los últimos diez minutos (descuento incluido). Indudablemente, el Málaga CF es el rey de la emoción en LaLiga Hypermotion.
Que mala representación estadística: mezclar goles de la primera con goles de la segunda parte