El grito de «hemos vuelto» del Málaga

El Málaga CF regresó al fútbol profesional en Ferrol. Lo hizo con un partido que mostró claramente la lotería que es esta categoría de plata en un choque que mereció ir perdiendo al descanso y ganando al final. Una locura de últimos quince minutos que dejó un 2-2 con el que se puede sacar muchos principios de ideas pero ninguna conclusión. Más allá de la del grito de la hinchada blanquiazul y del vestuario malaguista, empezando por Sergio Pellicer. El preparador del club de Martiricos no quiso hacer hincapié en los aspectos negativos y sí en este regreso a LaLiga Hypermotion. Un grito de hemos vuelto suena en el Málaga, entre su afición, su plantilla y los interiores de su vestuario.

“Prefiero hablar de cosas positivas hoy, es día de hablar de cosas positivas. Hemos vuelto. Estamos aquí. Nos espera una liga apasionante. Tenemos lo bonito de hoy que hemos repetido equipo exceptuando dos jugadores. Hemos jugado de tú a tú con el equipo que fue la revelación de la liga y pensando que el sábado tendremos 30.000 almas esperándonos en La Rosaleda. Que sigamos mejorando”, decía el de Nules ante los medios. No fue el grito sólo del vestuario malaguista, que ya durante la mañana y el día anterior dejó señales de la importancia simbólica del partido. 

La afición no se quedó atrás. Durante el sábado los mensajes en redes no sólo evocaban al debut liguero de los costasoleños, sino también al regreso a Segunda de una de las mejores aficiones de la categoría, lo dicen las cifras de abonados. Lo que hace tres o cuatro años hubiese sido un partido más pasó a ser una cita especial. El hecho del descenso a Primera RFEF ha provocado que la afición malaguista valore ahora más la Segunda que en 2018, cuando se descendió desde Primera. Para terminar el día, la cuenta de Twitter del Málaga tocó la fibra de los suyos con un mensaje citándolos para el partido del próximo sábado contra el Mirandés en La Rosaleda. Un grito de hemos vuelto suena en el Málaga, entre su afición, su plantilla y los interiores de su vestuario.