Desde el 1 de marzo hasta el 31 de octubre. Este es el tiempo transcurrido desde el fatídico partido en Anduva en el que su rodilla le dijo «frena». Y hasta en la peor de las pesadillas siempre hay un haz de luz. El final en el camino de las pesadillas ha tardado 244 días en llegar, porque el ’12’ volvió a calzarse las botas desde la titularidad en Oviedo. Con sus más y sus menos, así ha sido el dulce y amargo regreso de Chavarría.
Un reencuentro con el cuero que le duró hasta el descanso, ya que en el paso por los vestuarios fue sustituido por Brandon Thomas. En clave de números, no fue el estreno soñado. Solo un duelo aéreo ganado y 50% de acierto en el pase con apenas nueve toques con el esférico. Dulce por todo el tiempo transcurrido y por lo que podrá aportar Chavarría con el paso de las jornadas, amargo por la falta de trascendencia en el juego.
«Estoy viendo la luz del túnel»
De hecho, el jugador del Málaga pasó por zona mixta y estas fueron sus palabras: «Fue mucho tiempo sin jugar, contento por ese lado. El primer tiempo no fue bueno en general, pero mejoramos en el segundo. Pienso que merecimos ganar el partido por los dos palos, pero el fútbol es así. Es mucho trabajo el que llevo en este tiempo y la verdad que pasé por momentos muy duros, pero estoy viendo la luz del túnel como se dice. Pensando ya en ayudar al equipo y triste por irnos sin la victoria», declaró.
