Es una pesadilla constante, un mal sueño que no deja descansar a nadie en el Málaga. Desde el administrador judicial hasta el entrenador del primer equipo pasando, obviamente, por el director deportivo. Todos se encuentran pendientes de que LaLiga autorice el desbloqueo de las inscripciones y, de ese modo, competir en igualdad de condiciones en la nueva temporada.
Para ello es de obligado cumplimiento dar salida a los jugadores con fichas más altas. Las de Adrián –ya en el Zaragoza– y Munir –en el Hatayspor– no son suficientes. La de Juankar está próxima a producirse. Pero quedan casi una decena y muchos no se marcharán hasta que el ERE no termine de ejecutarse. Salvo sorpresa, no se irán de motu propio sino que esperarán el despido oficial.
Sin embargo, había otro impedimento que dificultaba la incorporación de nuevos futbolistas. Y esa no era otra que las denuncias interpuestas por un par de jugadores que no firmaron en su día su consentimiento para aplazar los dos últimos pagos de sus fichas de la pasada campaña. Parece que ese asunto, según ha podido saber Radio Marca Málaga, se ha arreglado con la AFE y el club cumplirá en breve con los afectados.
Esto podría ayudar en las negociaciones con LaLiga para que vea que el Málaga está cumpliendo con su cometido y pueda, de este modo, permitir la inscripción de algún futbolista más de cara al debut del domingo ante el Tenerife. El anuncio de la cesión de Caye Quintana, cuya mayor parte de sueldo pagará el Cádiz, puede ser un ejemplo de esa buena nueva.
El panorama parece aclararse en cuanto al desbloqueo de las inscripciones. Si bien no entrarían todos los nuevos aún, puesto que varios de los siete fichajes realizados hasta ahora cobran por encima del mínimo profesional. Para eso habrá que esperar a que la masa salarial se reduzca drásticamente.