JUAN SORIANO (4): No se le ve cómodo al meta sevillano. Inseguridad y dos goles en contra más en su lista. No pudo hacer mucho más.
BENÍTEZ (6): El lateral volvió a cumplir por la derecha. Buenas incorporaciones en ataque y seguro atrás. Aprobado para el canterano.
CALERO (4): El sistema de Pellicer lo descolocó. Carrilero en defensa y extremo en ataque. Al final no estuvo en ningún lado.
ESCASSI (5): Sufre mucho en la salida de balón. Abusó del balón en largo en muchas ocasiones. Sigue habiendo problemas en el fuera de juego.
JUANDE (3): Protagonista absoluto. Falló mucho en las marcas. No encuentra la regularidad del curso pasado. Marcó el 1-1 y cometió un penalti muy dudoso.
LOMBÁN (4): Al igual que Escassi no estuvo bien. Muchos desplazamientos imprecisos. En los marcajes no se entiende con el resto.
LUIS MUÑOZ (5): No consigue que su nombre suene en los partidos. Pases demasiado planos para un jugador que no termina de coger el ritmo que quiere.
RAMÓN (6): Algo mejor que su compañero de pivote. No pierde la bola casi nunca y es el eje del equipo malaguista. Debe ser más importante en ataque.
RAHMANI (7): El mejor de los locales. Una nueva asistencia de gol. Su guante en las asistencias empieza a ser fundamental.
JAIRO (4): No apareció mucho. Lo intentó pero no tuvo suerte. Acabó siendo sustituido en un paso atrás para él.
CHAVARRÍA (6): No para de pelear y correr. No tuvo ninguna clara para poder marcar. Estuvo en su línea el argentino.
JOAQUÍN (6): Buen revulsivo el malagueño. Casi provoca un penalti y dio aire fresco en los minutos finales.
JULITO (5): Sin mucha fortuna. Tuvo un disparo lejano.
ORLANDO SÁ (s.c): Desapercibido.
CRISTIAN (s.c): Ha perdido la confianza de Pellicer.
Buenas, Juanje. Más de lo dicho otra vez después de cada partido con el portero, muy mal. Dani Barrio es mucho más portero, más sobrio y merece estar en la puerta. Lástima de las cláusulas secretas de los equipos que obligan a jugar a determinado jugador so pena de tener que pagar una indemnización extra.
Si bien es cierto que Juande no estuvo muy afortunado, el culpable es Soriano, que de nuevo se quedó a verlas venir.