Dos laterales como puñales

El Málaga CF firmó ayer su primera derrota. El conjunto blanquiazul tuvo unos minutos de desconexión que fueron claves para encajar los goles, pero hubo dos jugadores que no le perdieron la cara al partido en ningún momento. El club de Martiricos tiene dos laterales como puñales.

De hecho, el juego ofensivo se generó, en su mayoría, gracias a ellos. Sus continuas incorporaciones hicieron de las bandas una auténtica sangría para el equipo de Rubi. Sus actuaciones se encontraron repartidas a lo largo del encuentro.

Braian Cufré fue el jefe de ceremonias en la primera mitad. Todos los balones peligrosos pasaban por sus pies. Se asociaba con sus compañeros, llegaba y tenía un guante en el pie. Desde todas las posiciones supo conectar sus centros. Dos de ellos encontraron a Paulino, pero sus remates se marcharon desviados. Además, consiguió estrellar un balón al palo tras un magistral golpeo de falta que rechazó la misma escuadra.

El segundo tiempo fue del costado derecho. Víctor Gómez mantuvo -e incluso mejoró- el nivel ofrecido ante el Alcorcón. El catalán es el dueño de la banda. Sus incorporaciones las realiza en el momento justo, y todas son como un cuchillo cortando mantequilla. Tuvo incluso tres disparos peligrosos sobre la puerta inexpugnable de Fernando. Dos golpeos desde fuera del área y uno a bocajarro. Además, también supo conectar sus centros, poniendo en la cabeza de Jozabed un balón que el sevillano remató a las mil maravillas, pero que se volvió a encontrar con el meta indálico.

En el apartado defensivo, ambos estuvieron correctos. Sus respectivos físicos les permiten realizar las incorporaciones sin miedo a llegar tarde al repliegue. Con la inestimable ayuda de Peybernes y Juande, y con los apoyos de Genaro al sacar el balón, son capaces de formar parte de los tres procesos: destrucción, creación y finalización. Dos laterales como puñales con los que José Alberto ha encontrado la combinación perfecta para el juego ofensivo que plantea. Solo falta meter los goles.