El Málaga ya es el equipo más goleado de Segunda. Los blanquiazules comparten el dudoso honor con la UD Las Palmas, irónico después de que el enfrentamiento entre ambos deparase un aburrido cero a cero hace semanas. Las goleadas sufridas ante el Mallorca y el Espanyol han puesto en el punto de mira la línea que mejor funcionaba en el equipo de Martiricos. Seis goles en contra en dos encuentros que se suman a los cuatro que encajó el equipo en Vallecas. Un ejemplo de lo que le está costando a este Málaga luchar contra los grandes de la categoría de plata. Una depresión defensiva contra los grandes.
Si en Mallorca fue Mejías el protagonista negativo, rompiendo el fuera de juego en el primer gol y fallando en la marca del segundo, contra los pericos no estuvo bien nadie de la zaga. Las notas después del partido así lo reflejan con un suspenso generalizado para los cinco de atrás. Lombán estuvo lento y mal colocado todo el encuentro, Escassi perdió la marca muchas veces y Juande cuajó su peor noche desde que juega con los mayores… tampoco estuvieron bien los laterales. Pellicer pedía más pasión a los suyos en la rueda de prensa tras el choque.
Analizando el resto de encuentros este Málaga no sale tan mal parado. Si en esos tres partidos ha encajado 10 tantos, en los otros siete solo habría acumulado cuatro en contra. Los fallos más comunes que se están viendo son en la marca y a balón parado. Parcelas que Pellicer machaca en los entrenamientos durante la semana. El técnico de Castellón tendrá que corregir detalles de cara al partido contra el Sabadell. Uno de los equipos que mejor toca pese a su cartel de recién ascendido. La frase con la que el preparador blanquiazul cerró su comparecencia ante los medios tiene que quedar grabada a fuego en su vestuario. “Cada gol en contra nos tiene que doler en el alma”. Una depresión defensiva contra los grandes.