El lateral derecho se asienta en ese carril y mejora su rendimiento cada semana. Ante el Villarreal B hizo un partido muy bueno. Delmás evapora las dudas y se convierte en un fijo.
En su llegada en invierno, Delmás dejó más dudas que convicciones en un carril que Juanfran Moreno había dejado huérfano. Aunque es cierto que el ex futbolista del Málaga no había dejado el listón muy alto. Además, las rotaciones con Bustinza, Ramalho e incluso Hervías o Fomba no daban el nivel. Al maño le costó adaptarse al sistema del Málaga, aún con Pepe Mel y con línea de cuatro atrás, mostrando, sobre todo, carencias defensivas. La situación cambió con la llegada de Pellicer.
Desde que llega el de Nules al banquillo, Delmás se convierte en una pieza fija del sistema y juega todos los minutos menos ante el Sporting y el Oviedo, los dos primeros partidos de la ‘era Pellicer’. Gracias a esa formación de tres centrales y dos carrileros, Delmás se libera y puede aportar más en ataque, pese a no descuidar la espalda. Las habilidades y conceptos defensivos que ha adquirido y evolucionado el jugador en esta etapa han sido fundamentales para su asentamiento en la titularidad.
Cada semana vemos a un mejor Delmás que el anterior, llegando ante el Villarreal B a dar su primera asistencia como malaguista. En una combinación con Pablo Chavarría, el maño subía el carril derecho y servía un balón raso al argentino que remataba al primer palo. Además de esa acción, el lateral se mostró muy sólido en acciones defensivas, gana galones a la hora de golpear el balón parado y en ataque se suma como un efectivo más. Se postula como un insustituible para Pellicer en esta recta final de temporada en busca del milagro de la permanencia.
Lo veo justito para la posición pero como no tiene otro lateral puro para competirle el puesto pues vale. A muerte con él ya que no hay otro.