Antes incluso de abandonar el césped de La Rosaleda, Caye Quintana ya estaba arrepentido y pidió perdón por lo que acababa de hacer. Dejar a sus compañeros con uno menos durante media hora y con un 0-2 en contra era como para hacérselo mirar. Da igual que la entrada recibida por Carrillo fuera de roja. Su iracunda reacción es impropia de un profesional. Y así lo reconoció poco después.
Sus compañeros, porque para eso este vestuario blanquiazul es algo más que una piña, no le dejaron de lado en esos duros momentos, como Ismael Casas, Ramón Enríquez o Jairo Samperio. Incluso ex jugadores del Málaga, como Dani Pacheco o Keidi Bare, este con un «vamos, animal».
Habrá que esperar al Comité de Competición para ver cuántos partidos le pueden caer al delantero onubense. Como mínimo, Caye Quintana, aunque pidió perdón, se perderá el duelo ante el Fuenlabrada de este martes y podría ser alguno más.