Del mal, el menos. El Málaga zanjó su visita al Colombino obteniendo un punto que sirve para acrecentar el inacabable debate que se genera al ver que la botella, a ojo del anfitrión de una fiesta, está medio llena, o siempre medio vacía para el invitado. Y es que en esta liga de los tres puntos sumar uno cuando tu máximo rival ha conseguido la victoria, genera cierto sabor agridulce.
El Castellón vence, convence y se afianza en el primer puesto con tres puntos de distancia de nuestro Málaga, que continúa segundo, pero la liga es muy larga y en cualquier momento la racha a favor de viento para el Castellón puede convertirse en una carrera contra un vendaval. El próximo partido en La Rosaleda llega con mayor obligación de ganar para aplicar la media inglesa (empate + victoria) y esperar que los castellonenses sufran un patinazo en Ceuta.
No me gustó el partido de los malaguistas, ni el planteamiento de Pellicer, al que le deseo una pronta recuperación. La ausencia de Dioni del equipo titular, dejó a Roberto totalmente solo en la punta del ataque que, ya que hablamos del partido jugado en tierras colombinas, se asemejaba a la isla de las Bahamas a la que arribaron las tres carabelas comandadas por Cristóbal Colón.
En otra ocasión resalté que el juego de Dioni propicia la creación de espacios que puede aprovechar el infatigable Roberto, amén de sacar tajada de su propio olfato goleador como quedó de manifiesto en Huelva. La presencia de Dioni en el campo desde el minuto 58, sirvió para que el Málaga pisara por fin el área rival tras encajar el gol del Decano, rozar el empate con un tiro de Sangalli al palo, hasta lograrlo definitivamente en el minuto 74.
Con anterioridad, el Recre, nada más empezar la segunda parte, fue capaz de aprovechar un error de Gabilondo para adelantarse en el marcador. Seguro que el lateral derecho vasco habrá aprendido de la jugada para no volver a cometer un fallo semejante. Su impotencia quedó de manifiesto tras el tanto del ex malaguista Caye Quintana, con un gesto similar al “tierra, trágame” que pudo ver todo el mundo.
No he hecho mención al primer tiempo que, sinceramente, mostró a un Málaga sin verticalidad, y sin la autoridad que se le exige a un aspirante al ascenso. Y suerte hubo de llegar al descanso con el empate sin goles, porque, en esta ocasión, la madera se alió con Herrero tras un disparo de Josiel Núñez.
Tras el empate, todos pensábamos que el Málaga daría el paso para ir a por la victoria, pero, realmente, los últimos minutos parecían eternos para los malaguistas, como imagino le pasó a la tripulación comandada por Colón desde que partieron del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, hasta que lograron tocar tierra el 12 de octubre del mismo año en la mencionada isla de las Bahamas. Nos temíamos lo peor en el Colombino, pero, lo que son las cosas, en el último suspiro hasta pudo ganar el Málaga con un cabezazo de Juanpe que se estrelló en la madera a la salida de un córner.
El calendario, perdón, la charlotada de Piqué e Ibai Llanos, nos emplaza al día del Pilar en la Rosaleda, con menos días de preparación, frente al Melilla, un equipo metido en problemas en la clasificación y que, por ello, le hace más peligroso. Termino dando la enhorabuena al Antequera por el buen trabajo que están realizando. Vamos ‘Mollete Mecánico’.
Don José Manuel Velasco, ha dicho usted el «evahelio». No puedo estar más de acuerdo.
Espero que nuestro navío salve tormentas y tempestades y, acabé llegando sano y salvo a la tierra prometida.