Empieza a ser tradición. Albacete y Málaga, Málaga y Albacete. Ambos equipos vuelven a verse las caras a final de campaña y con mucho en juego. Si el año pasado los de Ramis y Víctor Sánchez lucharon por el mejor puesto del playoff de ascenso, este lo harán por el mejor puesto de la permanencia. Es decir, fuera del descenso. Andaluces y manchegos tienen este domingo en Martiricos un duelo a muerte por seguir en la categoría de plata. La vida ha cambiado mucho para estos dos equipos desde aquella maravillosa pasada temporada.
Incluso ha cambiado este mismo año. Ramis y Víctor Sánchez del Amo ya no están. Los dos entrenadores que empezaron el curso dejaron sitio a Lucas Alcaraz, en el Carlos Belmonte, y Sergio Pellicer en la capital de la Costa del Sol. Desde la llegada del granadino al banquillo del Albacete, el cuadro manchego solo ha perdido dos partidos. El aplazado en Vallecas y en casa ante el Almería. Mucho empate ha servido para que los albaceteños hayan sacado la cabeza de abajo pero solo un poco. El Alba llega a Martiricos con 44 puntos y solo tres por encima de Numancia y Lugo.
La vida también ha cambiado en Málaga. Los boquerones tampoco han salido perdiendo con el cambio de entrenador. Pellicer ya está a un punto de igualar a su antecesor con siete partidos menos disputados. Ya no hay lucha por el ascenso, la realidad golpea en dos ciudades históricas en el fútbol español. Dos equipos que volverán a verse las caras en un final de Liga con mucho en juego. Aquella maravillosa pasada temporada ya no sirve de nada. El que gane dará un paso de gigantes. El curso pasado, el vencedor fue el equipo malacitano. Por desgracia para los costasoleños entrar en el playoff no fue suficiente para subir a Primera.