Antoñín va de lío en lío

Antoñín está a punto de cerrar otro capítulo dantesco en su aún corta carrera profesional. El exblanquiazul, envuelto en infinidad de polémicas durante la pasada temporada, muy lejos de dar el rendimiento que se esperaba, parece que va a abandonar el Vitoria de Guimaraes en los próximas horas; al menos esa es la intención del club portugués. El delantero recordemos está cedido por el Granada. Según apuntan A Bola y O Jogo, dos de las rotativas por excelencia del país vecino, el motivo que ha desencadenado esta decisión es que el jugador se habría negado a jugar con el equipo filial. El de La Palmilla tan solo tiene 22 años y ya amontona demasiados líos extradeportivos en su historial.

Según ha podido saber Radio Marca Málaga, el club nazarí, a falta de confirmación oficial, habría aceptado la ruptura de dicho acuerdo, pero que permanezca ejercitándose en Guimaraes, a la espera de encontrar a Antoñín otro destino.

Solo ha jugado seis partidos entre todas las competiciones, para un total de 151 minutos. No ha marcado un solo gol en la primera mitad de la temporada; registros muy pobres y que no justificarían la continuidad del delantero en Portugal. Una buena oportunidad para Antoñín, frustada, de despuntar en una Liga de nivel y volver a ser aquel jugador que prometía cuando se marchó de Martiricos, dirección Granada. Incluso fue llamado en alguna ocasión para la Sub-21, con Luis de la Fuente como seleccionador.

Su segundo paso por el Málaga CF fue un fracaso mayúsculo, más con las expectaciones que levantó su fichaje; el más ilusionante del verano pasado. Más protagonista por sus líos con José Alberto López que por su rendimiento defectuoso dentro del campo. El tiempo acabó dando la razón al técnico asturiano, ahora en el Racing y potencial rival directo de los blanquiazules por la permanencia. Puso la guinda con aquel vídeo jugando una pachanga de fútbol sala, prohibido para un futbolista que está sujeto a un club, y por el cual se le abrió un expediente disciplinario.

Antoñín se ve inmerso en otro lío, y ya no extraña. Su talento nunca se ha puesto en duda, pero sí una cabeza que le ha vuelto a jugar una mala pasada. Cuando esa pata cojea, el fútbol te acaba poniendo casi siempre en tu sitio. A punto de regresar al Granada de nuevo y una carrera difícil de reconducir.