Álex Gallar será una de las novedades que presente el Málaga en Tarragona. El habilidoso jugador de Terrasa, a unos pocos kilómetros donde los blanquiazules tratarán de avanzar en la Copa, tiene minutos asegurados la cita copera ante el Nástic. El ex del Cartagena o Girona ha tenido que lamentar muchas noticias negativas en los últimos meses. Fallecía su hija Leila el pasado 14 de noviembre de forma inesperada; el dolor más desgarrador que se puede sentir y que nunca se puede llegar a empatizar. El club blanquiazul dio a Gallar el tiempo que necesitase para asimilar tal desgracia personal. Seis semanas después, el futbolista ya se encuentra en condiciones de ayudar a los blanquiazules; una magnífica noticia para Pepe Mel.
“Si va es porque está disponible. Hemos hecho demasiadas veces la goma y no nos ha dado resultado. Decidimos dejarlo y que se recuperara bien. Tuvo la desgracia personal, cogió gripe… No tuvo una buena racha. Está ilusionado con volver y mañana tendrá sus minutos. Lo necesitamos y es uno de los que se benefician del parón para ponerse a tono y recuperarse”, comentaba el técnico madrileño en la previa del partido; lo que invita a pensar que tendrá un papel protagonista en el último partido del Málaga CF en el 2022.
Sin embargo, ha habido más piedras en el camino de Gallar desde que aterrizara en verano, una de las incorporaciones por cierto más ilusionantes por la dupla que formó con Rubén Castro en Cartagonova, de las más decisivas de la categoría el curso pasado. Tuvo una lesión de cuádriceps que le dejó fuera prácticamente todo el mes de octubre. Regresó en la derrota frente al Éibar e iba a recaer pocos días después. De hecho, solo ha podido disputar tres partidos desde que Pepe Mel llegase al banquillo de La Rosaleda: ante el Villarreal B, el debut del técnico; frente al Racing y esa derrota ante los armeros.
Como desvelaba Mel, hace unas semanas un virus cortaba nuevamente la progresión de Gallar. Ahora, toquemos madera, ya está a tono para ayudar al Málaga CF. Pese al duro golpe que ha sufrido el extremo, se siente muy motivado de ayudar a los boquerones a cumplir los objetivos en la segunda vuelta.
