El Málaga CF volvió a mostrar debilidad en un partido, siendo esta la primera vez desde que Guede llegara a Martiricos. El Estadio de Gran Canaria fue testigo de una pésima primera parte de los blanquiazules. Coincidencia o no, hubo una alteración en el centro del campo a la que no acostumbraba el entrenador argentino. Aleix Febas sigue a lo suyo, y fue el que dio sentido a todo en la segunda mitad.
Sorprendentemente no estuvo presente desde el inicio entre los protagonistas del choque. Un jugador que estaba siendo vital en el devenir del equipo de la Costa del Sol y que, con Pablo Guede al mando, no había sido suplente hasta el día de ayer. Claramente no funcionó la probatura. Jozabed estuvo solo en una isla en la que Ramón estuvo desaparecido. Sin tener al ilerdense para poder aportar algo de dinamismo, el centro del campo canario se comió al boquerón.
Ahora bien, la segunda parte fue una película totalmente distinta. El todavía jugador propiedad del Mallorca fue el primer cambio del bonaerense. Entró en sustitución de Peybernes para volver a la línea de cuatro atrás, y desde el primer momento se notó su presencia. El Málaga comenzó a generar ocasiones de peligro y acercamiento y, aunque no hubo un asedio constante, la contienda dio la vuelta por completo. Por un lado fue indetectable, tuvo criterio y arrastró jugadores para asistir a sus compañeros en posiciones de ventaja. Por otro, fue recompensado con el premio del gol. Aunque no sirvió para sumar 3 puntos, dio aliento en los minutos finales para creer que aún había algo que hacer.
Aleix Febas sigue a lo suyo y, con su fichaje aún en el aire, continua como el mejor de la fase ofensiva en cuanto a creación se refiere. El ilerdense no ha dejado de luchar desde que el Málaga CF se cruzara en su camino. Incluyó la opción de compra en su contrato y está demostrando que es más que válido para que el club la ejerza.