El Málaga no tendrá más remedio que sonreír cuando piense en Alcorcón. El conjunto de La Rosaleda dejó marcada con una cruz roja su visita a Santo Domingo. Un disparo a puerta y un gol para Pablo Chavarría y los suyos. Tres puntos de oro que ponen punto y final a una racha negativa que había llevado a los malaguistas a conseguir solo tres de los últimos dieciocho puntos en juego. La localidad madrileña parece destinada a levantar la moral de la escuadra de Martiricos. No es la primera vez que el Málaga firma una resurrección en el municipal alfarero.
Víctor Sánchez del Amo lo sabe bien. Su debut llegó en un viernes de abril en el que el Málaga inició una gran racha de resultados que casi acaba en ascenso directo. Los malaguistas golearon a un Alcorcón que estaba en la zona media de la tabla. Ontiveros destapó el tarro de las esencias con dos golazos secundados por Adrián y Renato Santos. El Málaga, que llegaba después de tres jornadas sin ganar y una victoria en los últimos ocho partidos, terminó el curso con seis victorias seguidas y un tercer puesto para el playoffs de ascenso.
Pellicer ya sabe lo que es resucitar en Alcorcón. El de Nules sonreía tras el triunfo, no es para menos. “Los jugadores sufren, pero lo duro es el que está en el hospital o que tiene algún familiar en él. En el fútbol hay que saber aceptar el perder. Se liberan porque llevan mucho trabajando. Detrás de esta imagen hay personas que sufren y que tienen familia. Si hubiésemos perdido, esto sería un auténtico caos. Hoy ganaron los jugadores porque han creído”, explicaba tras la consecución de los tres puntos. El Málaga y Pellicer vivieron una resurrección necesaria que tuvo en Alcorcón la continuación de lo ocurrido en 2018.
