La victoria del Málaga frente al Real Zaragoza ha supuesto un antes y un después en el equipo de Aragón. Los malacitanos se llevaron los tres puntos de forma contundente. Saltaron las alarmas en Zaragoza.
La abultada victoria malaguista dejó tocado al conjunto maño. Ya se mostró crítico su entrenador, Fran Escribá, en sala de prensa. Entre otros cosas dijo que no se lo tomaron como una final, al contrario que el Málaga.
“Si encima nos hace daño como para que nos entre el miedo, no merecemos esto», alegó el técnico de los zaragozanos dando a entender que era un golpe de realidad para dejar ir la lucha por subir.
A comienzos de semana Escribá conjuró al equipo en el entrenamiento. Estaba previsto para las 10:30 horas, pero su comienzo se alargó hasta casi dos horas después tras la bronca del valenciano.
La puntuación del Zaragoza en la segunda vuelta preocupa a su entrenador. Con ocho puntos nada más es el decimoquinto peor de la clasificación en ese segundo tramo de campeonato. El Málaga está por debajo de ese registro con seis puntos.
En contexto malaguista el choque ante el club aragonés le ha sentado de maravilla. Aún le queda camino por recorrer para salir de abajo pero el ambiente se ha alegrado ligeramente. Para alargar el dulce ambiente en Martiricos deberá ganar al Granada (toda una odisea en Los Cármenes), eso confirmaría el punto de inflexión.