800 kilómetros para un mal rato

La afición respondió. Fiel a lo que estaba previsto. Los datos del coronavirus y la bajada de la incidencia acumulada, permitían que en el encuentro del Málaga en Cartagena se viera el primer gran desplazamiento de los seguidores blanquiazules. Así fue. La primera gran invasión llegó a Caratgonova. Eso sí, 800 kilómetros para un mal rato. Una ida con ilusión y un trayecto de vuelta con tristeza y desazón.

Diversos colectivos de animación, peñas de la provincia y seguidores blanquiazules iniciaron la primera travesía a campo rival. Con ilusión, con ganas. El malaguismo respondió, pero la plantilla no. Más de cinco horas en carretera para ver cómo los de José Alberto mostraron su peor versión. Otro mazazo difícil de justificar. El Málaga se marcha con una paupérrima imagen y con una afición enfadadada. Ya es casi incalificable la imagen como visitante del equipo de José Alberto. Es el peor equipo a domicilio y parece que no hay reacción. 800 kilómetros para un mal rato, pero el sentimiento malaguista no entiende de distancias.