Luces y sombras en Martiricos tras los encuentros del fin de semana. El 16 de agosto está a la vuelta de la esquina, y ya hemos podido observar algunos detalles de la plantilla malaguista frente a Alcorcón y Almería. 14 días de consolidación para el Málaga de José Alberto antes de recibir al Mirandés en la primera jornada.
El esqueleto del equipo
José Alberto López está dejando cada vez más claro quiénes son los que van a sostener al equipo. Ya en los encuentros del fin de semana, hubo jugadores que disputaron 90 minutos, aunque no signifique esto que vayan a ser los titulares. En defensa, David Lombán y Juande Rivas se postulan como indiscutibles -a no ser que viéramos una tendencia contraria a la llegada de Peybernes-.
Por otro lado, en la medular, Escassi, Jozabed, y Luis Muñoz se mantienen como la primera opción. No obstante, Ismael Gutiérrez también pega a la puerta, y disputó 90 minutos frente al Almería. Aún así, parece que José Alberto no va a tener muchas variaciones dentro de esas cuatro posibilidades.
En cuanto a la delantera, el dilema se acentúa. Paulino, Brandon e Hicham, fueron los nombres propios frente al conjunto indálico. No obstante, Jairo también es uno de los que se postula como referente ofensivo en el once del Málaga, y a pesar de no cuajar un buen partido frente al Alcorcón, está siendo uno de los mejores de la pretemporada.
El sistema de juego
José Alberto López ha llegado con un esquema distinto al que acostumbraba el Málaga de Sergio Pellicer. El entrenador de Nules jugaba con un clásico 4-3-3 (ó 4-1-4-1, según se mirara) en el que el centro del campo acabó siendo muy importante, conformado por Jozabed, Luis Muñoz y Escassi, y con la aparición de canteranos como Ramón Enríquez. Pues bien, el asturiano no ha cambiado en demasía a los protagonistas, pero sí que ha modificado ese esquema.
En el apartado defensivo, el Málaga de José Alberto adopta un 4-4-2. Esta formación permite llevar a cabo una presión alta, a los centrales rivales, y a los laterales. Por otro lado, en el ámbito ofensivo, el equipo se amolda a un 4-2-3-1. Uno de los dos de la punta de lanza en la formación defensiva ocupa la posición de enganche para hacer de enlace entre el centro del campo y los atacantes.
Los mecanismos tras la pizarra
Lo que ha dejado claro el míster asturiano es que la intensidad va a ser uno de los principales fuertes del conjunto de Martiricos este curso. La alta presión -de ella llegó el gol de Paulino frente al Almería- es la bandera de este equipo. Para ello, se aprovecha de la 4-4-2 que adopta en defensa. La presión a centrales y laterales ahogan al equipo contrario, para obligar al pelotazo y recuperar balón lo antes posible.
Sin embargo, esta presión no se lleva a cabo en todo momento. El Málaga salta a la presión tras perder la posesión del cuero, en un movimiento coordinado y sorpresivo para agobiar al rival. Cuando esa primera línea es superada, el conjunto blanquiazul vuelve al bloque bajo, donde la punta de lanza se sitúa un poco por delante de la línea divisoria del centro del campo.
En el aspecto ofensivo, la verticalidad es el punto fuerte. Las rápidas acciones de transición defensa-ataque están a la orden del día. Los jugadores de banda y los más creativos ocupan un papel especial. Paulino, Hicham, Jairo, Brandon, Luis Muñoz… El objetivo es hacer llegar arriba el balón lo más rápido posible, con criterio y sin regalar el cuero.
Las nuevas piezas
A pesar de estar algo más rododado, el Málaga CF aún espera nuevas piezas que complementen lo ya existente. El último en subirse al barco boquerón es el francés Mathieu Peybernes. Un nuevo contendiente para optar a esa titularidad en el centro de la zaga.
Por otro lado, el club espera incorporar a algunos fichajes más. Es el caso de Braian Cufré, que ya se encuentra ultimando los flecos de su contrato de cesión desde el Mallorca. En caso de llegar, el Málaga habría cerrado la parcela defensiva para esta temporada.
Sin duda, la posición que más necesita de incorporaciones es la del ariete. El Málaga necesita un delantero finalizador que sea capaz de embolsar todas las ocasiones que cree la parte creativa del equipo. Podría ser la guinda a una planificación deportiva excelente por parte de la cueva.
Dos semanas para ponerse a punto
Una cosa es segura. Quedan 14 días de consolidación para el Málaga de José Alberto antes de recibir al Mirandés. Cada jornada será una prueba contrarreloj para ultimar detalles, y tanto el viernes como el sábado habrá exámenes que tendrá que aprobar el equipo. Granada y Tenerife serán los jueces de un Málaga CF que ya se encuentra en la última quincena de la pretemporada.
