El otro fútbol tiene muchas y variadas lecturas que todo el mundo no es capaz de interpretar, pues muchas veces escapan a la lógica de este maravilloso deporte.
¿Cómo explicar la portentosa transformación del Málaga CF en La Rosaleda si nos atenemos al rendimiento blanquiazul lejos de Martiricos?.
Yo veo algunas causas explicables, pero todas ellas lejos de una lógica razonable que no vaya más allá de la intuición y, si se quiere, de algo de esoterismo. Sin embargo, hay dos cuestiones indiscutibles. Los futbolistas blanquiazules se crecen de forma extraordinaria ante los suyos y la Grada de Animación malacitana es un seguro de vida y un ejemplo para la LFP. Con Javier Martínez dirigiendo el Frente Bokerón, y otras personas trabajando por una grada de animación respetuosa con otras aficiones y creando un buen ambiente cada jornada en casa, se han convertido en un ejemplo para el fútbol español.
De esta guisa resulta mucho más fácil comprender el crecimiento del Málaga CF y su cada vez más que evidente comunión con su afición. El problema es que los blanquiazules echan de menos toda esa parafernalia hogareña lejos de su familia y se ha convertido en una habitual de compleja solución. Ayer, un Antoñín que vuelve por su fueros, y un Sekou, más que resolutivo, dejaron K.O. a la Unión Deportiva Las Palmas, en otro partido donde uno no sabe que pasa realmente entre el equipo que juega con la suficiencia de un grande en La Rosaleda y el que lo hace lejos de Martiricos.
Sea como fuere hay una realidad palmaria, los de José Alberto López le pelearían el ascenso a la Liga de las Estrellas a cualquier rival en caso de tener una mayor regularidad. Los de Pepe Mel, apenas inquietaron a la defensa malaguista y tampoco desarrollaron su fútbol en La Rosaleda, y la resultante fue una derrota.
¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo éso ultimo.
Sonó la flauta que otras veces ni aparece. No ganamos por buen juego. Salimos vivos de milagro. Fallaron muchas ocasiones los de las Palmas. Un fallo nuestro de Pey nos penalizó al instante. Segunda parte nefasta ante el mejor equipo que ha venido a Málaga. Mejores con 11 y con 10 injustamente.
Las Palmas no inquietó a nuestra defensa?
La única explicación que le encuentro es que escribe la columna sin ver el partido
Alma es la respuesta, el Málaga sale a comerse al rival hasta la extenuación en la Rosaleda, y fuera sale a verlas venir. Se ve la falta de empuje desde el primer minuto. Ayer hubo suerte, pero nadie puede dudar que la victoria fue merecida por empuje, por fuerza o por huevos.
También se sube a primera sufriendo, y el MCF lo está aprendiendo a hacer cada jornada. El mismo Helenio Herrera ya decía que con 10 se juega mejor al fútbol, menos encorsetado y con más espacios, eso sí es desgaste físico es mayor y ayer Las Palmas demostró que también se compite con uno menos, y un poco en desacuerdo con el periodista, sí que inquietó y llegó tela, aunque con la suerte también se juega, y ayer le ganamos a un firme candidato al ascenso, se ganó con mucha suerte, y con Fe, porqué los goles y aunque sea en el 83′ son los que deciden los encuentros.