El VAR ha llegado al fútbol para ayudar a los poderosos y matar a los frágiles. Inglaterra jugará el domingo la final de la Eurocopa frente a Italia tras tumbar a Dinamarca con el «penalti» de la vergüenza máxima. Sí, entre comillas. Una pena fatídica que nunca debió pitarse: Sterling ayuda tirándose a la piscina después de una acción donde se vieron dos balones en cuestión de metros… y dentro del campo. Makkelie debió parar el juego, pero hizo criterio ciego. La Eurocopa se viste de negro con uno de los mayores atracos que se recuerdan en la historia del balompié.
Y lo peor de todo es que el combinado de Southgate es justo finalista por el despliegue de la prórroga, aunque nunca de esta manera. Los Three Lions se rindieron a la sobresaliente actuación de su capitán Kane y al antagonista Sterling, quien dio una clase magistral de desborde, desparpajo y regate hasta el «penalti». De hecho, el ‘9’ iguala a Lineker (10) como máximo goleador histórico de Inglaterra en los dos grandes torneos internacionales -Eurocopa y Mundial-.
La anécdota
No todo lo que luce en esta historia son sombras. También hubo destellos de luz antes del inicio de la contienda, cuando Kane entregó a Kjaer una camiseta personalizada para Eriksen firmada por sus compañeros. Un detalle que se ha visto desde el choque de los de Hjulmand ante Bélgica en la segunda jornada de la competición. Siempre quedará el lado humano frente a las tropelías del arbitraje actual. ¿Para qué está el VAR?
