La frase es la misma, pero traducida al idioma campeón. Como se diría en italiano… Sta tornando a casa! La azzurra conquista su segunda Eurocopa 53 años después en un ‘Wembleyazo’ para el recuerdo en la tanda de penaltis. Shaw y Bonucci marcaron el 1-1 en el tiempo reglamentario y Donnarumma sacó la capa en la lotería de los 11 metros, donde atajó a su izquierda las penas máximas definitivas de Sancho y Saka.
Southgate quiso adelantarse a Mancini en la prórroga y metió a Rashford y Sancho para los penaltis, pero le salió todo mal: la muralla italiana pudo con el nuevo jugador del Manchester United, mientras que el canterano de Old Trafford se topó con el palo. Justicia divina para Italia, quien mereció más en el cómputo global de la final después de un gran despliegue en la segunda mitad.
La anécdota
Los de Mancini llevan 34 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Gran mérito de ello está en la portería, donde el MVP de la Eurocopa sigue dejando unas cifras arrolladoras: en sus 33 internacionalidades nunca le han marcado más de un gol y solo ha perdido dos veces. Esto es el antes y después en la carrera deportiva de Donnarumma.