Querer, querer y querer para no poder. Esta es la sensación que queda después del empate a cero entre España y Suecia. La falta de gol en el combinado de Luis Enrique es la gran asignatura pendiente y Eslovaquia lo aprovechó revolucionando el Grupo E venciendo a Polonia por la mínima (1-2) con los tantos de Mak y Skriniar. Los pupilos de Tarkovic tardaron siete minutos de reloj en aprovechar la expulsión por doble amarilla de Krychowiak.
Todos los dedos señalan a Morata cuando el preparador decidió dejar al máximo goleador de la temporada en el banquillo. La primera parte de la Roja fue de sobresaliente con Koke dirigiendo el timón de la nave y Pedri maravillando al Estadio de la Cartuja en la recta final del encuentro. El cuarto día de Eurocopa también cerró la primera ronda del Grupo D con el triunfo de la República Checa sobre Escocia (0-2) y el doblete de Schick -quien firmó el gol más lejano en la historia del campeonato desde 1980-.
La anécdota
España registró contra Suecia la mayor posesión en un partido de Eurocopa desde hace más de 40 años (85’1%) y venía de registrar 79% ante Rusia en el último encuentro de una gran competición -Mundial de 2018-. Para el sábado se debe encontrar la manera de romper la maldición de cara a puerta, porque aquí entra otro dato. Luis Enrique es el primer técnico nacional en conseguir dos empates sin goles consecutivos desde Clemente en 1992.
