La Eurocopa completará su primera semana en la jornada de hoy, pero ayer no hubo hueco para sorpresas. Bélgica y Países Bajos prosiguen sus respectivos caminos hacia la siguiente fase y Ucrania se coloca segunda en el Grupo C después de vencer a una incómoda Macedonia del Norte. El protagonista fue, sin duda, el gran diablo rojo: De Bruyne -asistencia estratosférica y gol para enmarcar-. El ‘7’ hizo magia en el 1-2 final que reflejó el Parken Stadion.
Por su parte, el combinado de De Boer volvió a rendirse a los pies de Dumfries. El carrilero provocó el penalti del 1-0 de Alaba y marcó a placer el 2-0 final. Algo parecido pasó con Ucrania, cuyo argumento futbolístico se debe a Yarmolenko y Yaremchuk. Malinovskyi pudo engrandecer el 2-1 final de penalti, pero Dimitrievski se hizo gigante bajo palos. Alioski metió a los suyos en el encuentro, aunque no lograron las tablas.
La anécdota
Dinamarca estuvo especialmente motivada para dedicarle la victoria a Christian Eriksen y lo demostraron a los 98 segundos, cuando Poulsen anotó el segundo gol más tempranero en la historia de la Eurocopa -el primero lo mantiene el ruso Kirichenko a los 67 segundos ante Grecia en la de 2004-. La fiesta danesa comenzó hasta que De Bruyne apagó la música.