Este partido contra el Eldense no era uno más para el Málaga. Cuando empatas no pierdes, pero tampoco ganas y tras 12 empates el equipo llegaba a la cita, más cerca de la zona de descenso donde está el rival de Elda. No solo son tres puntos los que se han sumado este miércoles. La victoria representa mantener las posiciones en la zona media de la tabla y de reojo mirar hacia arriba, lo contrario hubiera provocado encender las luces de alerta y generar preocupación.
Y para que la tranquilidad cundiera en la Avenida de Martiricos, apareció Cordero. Si alguien dudaba del jerezano, su partido disipa interrogantes acerca de su compromiso con el equipo. Todo lo que tiene que ver con la negociación para su renovación deja en mal lugar a los dirigentes de la entidad por lo mal que han gestionado los tiempos, y encima con anuncios a última hora de mejora de la oferta que suenan a brindis al sol. En Burgos, Antoñito no estuvo nada afortunado, incluso llegué a decir que, de seguir en ese nivel, no debería tener la titularidad, pero el jugador que vimos ante el Eldense es el que todos deseamos. El gesto de la celebración del gol recordando que estaba en el césped defendiendo el escudo, no despeja las dudas sobre qué hará en el futuro, pero sí que deja a las claras la rabia que debe sentir el chaval por cosas como las que se dicen desde los despachos, con comentarios que se dijeron con toda la intención para provocar presión hacia Antoñito y que desembocaron en los pitos que tuvo que aguantar el día del Cartagena.
Baturina mereció mejor fortuna. Me consta que, desde hace días, Pellicer tiene más confianza en el croata por su trabajo en los entrenamientos, pero no es menos cierto que pese a mostrar más ganas, falló lo que no debe perdonar un ariete, como también lo es que la madera le negó el gol cuando más lo mereció. Ojalá que este sea un punto de inflexión para Baturina, lo que no significa que deje de mantener que el equipo necesita un delantero goleador que eleve el nivel, más aún tras ver que Castel genera menos crédito cada día que pasa.
¿Dónde están los balones? Era solo cuestión de tiempo que apareciera Godoy, el ex delantero del Nástic ahora en el Eldense, para que la afición le preguntara por los balones que se perdían en Tarragona y que no impidieron el ascenso malaguista. Menudo esperpento el que están haciendo en el club tarraconense con todo el tema de las denuncias y acusaciones de amaño. Sigan buscando los balones y dejen de manchar el nombre de una entidad histórica como esa.
La Rosaleda fue una fiesta, con cánticos de villancicos incluidos, para despedir el año que trajo consigo el ascenso y encamina al equipo a la permanencia. Queda el partido de El Molinón de este sábado para cerrar 2024 y con la posibilidad de seguir sumando para seguir acercándose a los 50 puntos que certifiquen la permanencia.
Otra cuestión. El club sigue intervenido judicialmente o lo que es lo mismo, bajo el yugo del administrador, José María Muñoz. ¿Responderá a las preguntas que le traslada la Asociación de Pequeños Accionistas, o mantendrá la censura? Me temo que todos sabemos la respuesta.
PD: Esto del VAR te lleva a cantar los goles cohibido a la espera de si se les da validez o no. Lo mejor de todo es que en un solo partido, el Málaga tiró más veces a portería que en varios encuentros juntos. Ojalá siga la tendencia, aunque no todos los rivales van a dar tantas facilidades como el Eldense.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga
Amigo Velasco, el rival no fue el Mirandés como comentas al final, fue el Eldense. Supongo que ha sido un lapsus, igual que debe haber sido otro lapsus el hablar de los comentarios para meter presión por parte del club y hacerse el sueco con las filtraciones interesadas del entorno del jugador con exactamente la misma intención de presionar manipulando a la opinión pública…
Un abrazo!
Gracias por la corrección.
«Ojalá siga la tendencia, aunque no todos los rivales van a dar tantas facilidades como el Eldense».
Fixed.