Sufrimiento, trabajo y constancia. Así se cocinó a fuego lento la victoria de un Unicaja ante Obradoiro en Liga Endesa, (87—74). Los del Carpena supieron ganarse el pan en un encuentro que no fue tan fácil como se preveía. El último cuarto de Will Thomas marcó la diferencia para los malagueños. Osetkowski y Taylor fueron fieles también a su cita con los puntos y sostuvieron en otros tamos del partido al equipo.
El partido empezó con ritmo espeso. El Unicaja defendía con facilidad los primeros ataques del Obradoiro. Poco a poco y sin un baloncesto vistoso, los de Ibón Navarro abrían brecha con su rival. Tyson Carter, Djedovic, Barreiro y Osetkowski provocaban el primer tiempo muerto para los de Moncho Fernández. Un parcial de 10-2 que dejaba claro que los malagueños querían sumar la sexta victoria seguida ante un Carpena prácticamente lleno. Blazevic se echó al conjunto gallego a la espalda para hacer reaccionar a su equipo. Sus ocho puntos casi consecutivos mantuvieron agarrados en el electrónico a un Obradoiro que se fue creyendo su papel poco a poco. El primer cuarto terminaba con un parcial de 4-10 para el Obradoiro y con el marcador 19-16 para el Unicaja.
El equipo visitante se iba creciendo con el inicio del segundo cuarto. Blazevic seguía sumando. Figueras y Badzim aumentaban el parcial de los de Moncho Fernández. El Unicaja no estaba fino en el rebote y concedía muchas segundas oportunidades. El partido se igualó a 23 puntos. Muchas pérdidas para los de Ibón Navarro, nada contento con lo que veía. El choque tenía muchas imprecisiones en ambos lados de la pista. Un triple de Badzim puso por primera vez por delante al Obradoiro (24-26) al ecuador del segundo cuarto. En los peores momentos del Unicaja, emergió la figura de Kameron Taylor. Sus acciones individuales impidieron que el cuadro visitante se marchase en el marcador. El norteamericano comandó un parcial de 8-0 que dejó el resultado a favor de los malacitanos al descanso, (42-34).
El subidón del Unicaja se prolongó durante el reinicio del partido. El equipo de Los Guindos veía el aro con facilidad con Djedovic y Perry muy activos. La sensación era siempre la misma. Un Unicaja superior que no metía quinta marcha y un Obradoiro que a poco que le dejaban espacio, se metía en el partido. Zurbriggen y Badzim no permitían que el Unicaja se marchase. Los de Moncho Fernández hacían daño en la pintura, mientras Ibon Navarro intentaba explicar a Sima como parar la sangría. El choque estaba muy igualado, (53-50) a la mitad del tercer cuarto. Osetkowski y Taylor eran los artilleros de un Unicaja light. La ventaja seguía siendo mínima al final del tercer acto, (61-56).
El partido del Monbus Obradoiro era meritorio. Los gallegos volvían a empatar el partido con Figueras en la pintura y Muñoz en la línea de 6,75. El 61-61 enfadó al Unicaja. El ‘tío Will’ Thomas se puso el mono de trabajo para anotar y separar al Unicaja en el marcador con un parcial de 8-1. El de Baltimore estaba desatado. Cada jugada suya en la pintura destrozaba las esperanzas de los gallegos. El Unicaja supo jugar los minutos finales del encuentro para ir separándose en el marcador y sumar su sexta victoria consecutiva (87-74). Obradoiro sigue de crisis como visitante.
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