La Eurocup es la competición, en mayúsculas, de los de Casimiro. La que le puede devolver a la Euroliga. Pero cuidado con las confianzas. Porque Unicaja ganó al Metropolitans, sí. Jugando bien en la primera parte, también. Pero sufriendo demasiado en un último cuarto en el que la derrota se asomó de cerca. En todo caso, triunfo por 96-88, que es lo que cuenta, y que se le pudo dedicar a los 225 privilegiados abonados que representaron a la marea verde en el Carpena.
Quiso premiar a esos aficionados el quinteto local con una puesta en escena extraordinaria. Muchas manos en defensa y buena lectura en ataque para encontrar tiros cómodos o penetraciones que abrieron brecha. De un 18-9 tras un 7-0 en los primeros cinco minutos se pasó al 30-18 con el que finalizó ese primer acto.
Mekel dominaba a sus anchas a un Michineau impotente para frenarlo. Alonso y Bouteille aprovechaban los espacios para calentar sus muñecas, e incluso se gustaron los discutidos Thompson, Gerun y Guerrero. Sólo Ginat, con 8 puntos por entonces, 16 en total, era capaz de poner algo de resistencia.
Y si encantó el inicio de partido, no le andó a la zaga el del segundo cuarto. En dos minutos y medio, 39-19 con dos triples de Abromaitis y otro de Wacysnki. Y con Nzosa, la sensación juvenil, debutando en Europa. Esta vez, con un veterano como Chikoko delante, no estuvo tan fino como en Andorra y se fue sin anotar.
Además, coincidió con la reacción parisina. Con Anthony Brown y Michineau de estiletes exteriores, acortaron 10 puntos (45-35) la distancia a 2’29” para el descanso. Reaccionaron los cajistas y se fueron a vestuarios con un triple sobre la bocina de Díaz y un cómodo 54-40.
Más baloncesto ofensivo
El ritmo no decayó tras el regreso a pista, al contrario. A los dos equipos les gusta la marcha, los ataques fluidos sin agotar la posesión. Bouteille y Brown, ex del Fuenla y Lakers, encadenaron varios canastones. Pero el acierto no es eterno y la velocidad llevó al descontrol. Y a los de Casimiro, a una relajación defensiva. El consuelo, que los de Zdvoc eran incapaces de bajar de la decena.
Con 76-64 entraron al cuarto decisivo. Y ahí se desató el conjunto galo, que se puso a 5 (85-80) a 3 minutos del final. Temblaban las piernas, las manos y pesaba la cabeza. Menos a Díaz, que anotó un triple determinante. Y aunque a 35 segundos la diferencia se quedó en 4, al final aguantó Unicaja a Metropolitans para sumar su primera victoria en Eurocup. Lo que bien empieza…