El Carpena triunfa y el Belgrade Arena fracasa. Ayer se disputaron las primeras semifinales de la Final Four de la Basketball Champions League en la capital de Serbia. El ‘Stark Arena’, aunque este fin de semana se le denomina ‘Belgrade Arena’ por los problemas de patronicio que hay en la competición continental. Es un hecho que cada año la BCL mejora en todos sus aspectos. El nivel de los equipos, la organización de los eventos, el trato a la prensa y aficionados…pero sigue sin ser suficiente. Ayer volvió a quedar demostrado que le falta mucho por mejorar a la competición continental.
Una canasta rota
A pocos minutos de comenzar la segunda semifinal de la Final Four de Belgrado entre UCAM Murcia y Unicaja, el aro de la pista donde calentaban los de Sito Alonso quedó inutilizable. La incertidumbre se vivía a flor de piel, ya que la empresa organizadora del evento no contaba con sus operarios habituales. Tras minutos barajando opciones, mientras Unicaja completaba su calentamiento, unos operarios intentaron hacer ‘un apaño’ en la canasta. El partido se retrasó tan solo 15 minutos, pero este tipo de cosas no pueden ocurrir en un evento de este calibre.
El Belgrade Arena, vacío
Si ayer llegaba a dos mil espectadores en el Belgrade Arena, era para dar gracias. Los precios, el poco tiempo de previsión para conseguir los vuelos y hoteles provocaron imágenes como esta. Un evento en el que el líder de la Liga Endesa se juega un título europeo, con apenas 250 valientes que fueron a apoyarlos.
El Carpena triunfa
El Carpena no volvió a decepcionar. La afición verde y morada, al no poder en su mayoría viajar a Belgrado, ocuparon los asientos del Palacio de Deportes tal y como si el Unicaja estuviera jugando allí. Unos 3000 aficionados se juntaron para ver al equipo ganarle al UCAM Murcia en la semifinal de la Final Four de la BCL.