El baloncesto europeo se encuentra al borde de una transformación sin precedentes. La NBA, que lleva tiempo explorando su expansión internacional, está a punto de dar un paso decisivo en Europa. Habrá un antes y un después después para el baloncesto europeo después del 27 de marzo de 2025. La NBA, por boca de su comisionado Adam Silver, anunció junto a Adreas Zagklis, secretario general de la FIBA, la creación de un torneo que se jugará en Europa en los próximo años.
Esta iniciativa supone una amenaza directa para la Euroliga, cuyo futuro se vuelve incierto mientras sus principales clubes, como Olympiacos, Real Madrid, Barcelona, Fenerbahçe, Panathinaikos o Bayern, analizan la conveniencia de unirse al nuevo proyecto. El contrato de licencias de la Euroliga está en proceso de renovación, lo que deja a sus participantes en una posición de incertidumbre ante una posible escisión.
La NBA considera que el baloncesto en Europa no ha alcanzado su máximo potencial y que existen mercados estratégicos, como París, Moscú y Londres, que podrían convertirse en polos de crecimiento para el negocio. «Si se generan los incentivos adecuados, se puede lograr una inversión significativa y, en consecuencia, el crecimiento del juego a todos los niveles», declaró recientemente Silver. Además, esta iniciativa podría suponer el regreso del CSKA Moscú a la élite del baloncesto europeo.
Aunque los detalles aún no están definidos, se estima que la inversión necesaria para obtener una franquicia en esta nueva liga rondaría los 500 millones de euros. Solo los clubes más poderosos del continente, como los grandes equipos de fútbol con secciones de baloncesto (Real Madrid, Barcelona o Bayern) y las potencias del básquet europeo (Olympiacos, Panathinaikos, Fenerbahçe), podrían afrontar este desembolso. Además, entidades respaldadas por capitales del Golfo, como el PSG o el emergente proyecto de Dubái, podrían unirse al torneo.
La reciente decisión de disputar la Final Four de la Euroliga en Abu Dabi fue interpretada por la NBA como una estrategia desesperada en busca de financiación, con el riesgo de desconectar a los aficionados. El Real Madrid se opuso a esta medida y el Barcelona podría seguir el mismo camino si las condiciones económicas del nuevo torneo resultan atractivas. El desembarco de la NBA en Europa es inminente. La estructura del proyecto está definida y su impacto podría cambiar para siempre el panorama del baloncesto en el continente.