España y Francia nunca podrán ser amigos en baloncesto. No lo dice MARCA, lo dijo el partido que ambos equipos disputaron en el Carpena. Un choque que de amistoso tuvo poco. Los de Scariolo se llevaron una victoria muy trabajada que nada tuvo que ver con las conseguidas ante Irán. Sergio Rodríguez, de los fijos, y Abalde, de los aspirantes, fueron los mejores del equipo español. El sábado, reedición en tierras galas.
Francia saltó a la pista sin Heurtel, ni Batum ni Gobert. Mientras que Scariolo puso el que será su quinteto de gala para los JJ.OO. El choque arrancó con España sufriendo en los rebotes defensivos y en la anotación. Claver sacó del atolladero a los españoles con un triple y una canasta de dos que igualaron el buen arranque de Fournier. La ÑBA defendía con poco ritmo, la salsa estaba en los contraataques que lanzaban tras los numerosos fallos franceses desde el perímetro. El amistoso era muy físico y de no ser por el calor de las gradas del Carpena bien se podría que ya estaban los dos equipos en Tokio. Scariolo movió el banquillo y lo primero que hizo Pau fue clavar un triple con sabor añejo a sus mejores años. Francia movía de lujo el balón y se marchaba de siete obligando a pedir un tiempo muerto a Scariolo. Abalde reaccionó para los suyos y el cuarto finalizó 21-24.
Brizuela y el cariño de los suyos
El segundo cuarto siguió con los mismos derroteros de igualdad. Eso sí, Marc Gasol se gustaba en cada bola que recibía. Sus conexiones con Willy Hernangómez y Abalde le valieron a España para un parcial de 10-3 que devolvió el ánimo a la hinchada malagueña. El ecuador del segundo acto dejó sin pólvora a los dos equipos. La tensión crecía, mucho roce entre los dos combinados y muchos nervios en la grada con cada decisión arbitral. Brizuela saltó a la pista para recibir el cariño de los suyos. España firmó sus mejores minutos con un poderoso Pau para llevar el electrónico al 44-36 con el que se llegó al descanso.
La reanudación tuvo su pequeño proceso de déjà vu. España atascada en ataque y Fournier anotando para poner un parcial de 0-5 para los de Collet. Cada penetración tenía premio, roce y postales para el recuerdo de este partido que de repetirse en Tokio tendrá miga asegurada. España no se amilanaba y cada vez que Francia se quería acercar, los de Scariolo metían una marcha más. El partido tenía tanto amor que los dos equipos estaban en bonus a con seis minutos por delante del tercer cuarto. Nando De Colo era el mejor de los franceses mientras que Pau terminó bien el tercer cuarto. (65-58)
El último cuarto empezó con el Chacho flotando por la pista. Ocho puntos en 2 minutos para hundir a Francia. Los galos dejaron de creer. Abalde, que estaba con hambre, olió la sangre, y firmó el tercer triple en segundos. España se iba por encima de los diez de ventaja. Los triples volaban en la pista de un Carpena que acabó haciendo la ola. España acabó desquiciando a Francia a base de triples. Dos más, obra de Rudy y Marc Gasol, remataron la faena.
