Después de nueve partidos seguidos ganando, llegó la derrota para el Unicaja en Le Mans por 85-78. Los malagueños acusaron el choque intenso de Madrid y la falta de acierto desde la línea de triples. Ibon Navarro no consiguió sacar la magia de otras ocasiones y firmó uno de los peores partidos del curso. Los cajistas salvaron el basketaverage y tendrán que esperar, tras la victoria de Peristeri, a certificar la clasificación para la siguiente fase de la BCL. Europa no perdona los despistes y el Unicaja los tuvo a decenas en Francia.
El Unicaja comenzó fino desde la línea de 6,75. No sería así el resto del partido. Los malagueños amortiguaban a base de triples en buen comienzo en la pintura de los franceses. Jonathan Barreiro y Tyson Carter abrían la línea de fuego en los primeros compases del partido. Delaunay, DeVante Jones y N’Doye daban una renta corta pero suficiente a los galos. El Unicaja siempre se acercaba desde los triples. Los lanzamientos lejanos estaban en un 80% de acierto para el cuadro de Los Guindos. Osetkowski empataba el choque de nuevo con un tiro de tres a dos minutos del final de cuarto, (17-17). La igualdad se hizo patente desde ese punto con los dos equipos acertando en ataque y llevando el partido a las tablas al final del primer cuarto, (24-24).
Los malagueños se atascaron en el segundo acto. El juego exterior no era tan fluido como en el primer cuarto. El Unicaja llegó a fallar hasta 7 lanzamientos de este tipo de manera continua. DeVante Jones se iba en el tanteo por encima de los 10 puntos. El Le Mans llegó a tener nueve de renta lo que provocó el primer tiempo muerto y la primera regañina de Ibon Navarro. El vitoriano pedía defensa a los suyos. La pintura era una tortura para los cajistas. N’Doye y Mawugbe castigaban la ausencia de Will Thomas, fuera de la convocatoria por descanso. El atasco de triples seguía castigando al Unicaja. Tuvo que ser Djedovic el que cortara la sequía justo antes del descanso. El lanzamiento espabiló algo al Unicaja, aunque los malagueños se fueron siete abajo al descanso, (44-37).
La cosa no mejoró tras el tiempo de descanso. El Unicaja no se terminaba de enchufar al partido. De Lattibeaudiere con un triple y una canasta de dos de DeVante Jones seguían ahondando en la renta de los franceses. Yankuba Sima y Kendrick Perry daban respuesta, pero el Le Mans se iba a los doce de ventaja, (57-45). Los de Ibon Navarro consiguieron un pequeño parcial de cero a seis. Lewis daba la respuesta en el otro lado del aro, anunciando que la defensa cajista seguía teniendo sus problemas. El cansancio del asalto al WiZink Center se hacía notar para el Unicaja. El Le Mans aprovechó la desconfianza desde el exterior cajista, para hacerse fuerte en la defensa y mantener la renta al final del tercer cuarto, (65-54).
La remontada parecía difícil al inicio del último tramo de partido. El Unicaja no estaba por la labor después de obrar el milagro en Girona y Madrid. Tampoco lo estaba el Le Mans, que ante su público, no bajó el pistón. Perry y Osetkowski aprovecharon un poco de dudas en los galos para recortar distancias y meterse en el partido. Le Mans entró en bonus y fagocitó a los malacitanos desde ahí. Quedando cuatro minutos, el partido estaba ahí, (74-70). Cuando más cerca estuvo en el marcador, el equipo cajista sacó la varita mágica de las remontadas. Dos triples seguidos de Kalinoski y tres buenas defensas empataron el encuentro a 78 a falta de dos minutos y medio. Con todo de cara, la remontada se esfumó para los de Ibon Navarro. Le Mans instauró un parcial de 6-0 a base de robos y rebotes y certificó la primera derrota después de nueve partidos consecutivos ganando, (85-78).
