El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha reclamado “un gran pacto por el futuro de Málaga, que es el futuro del mediterráneo andaluz y el futuro de Andalucía”, con el objetivo de conseguir inversiones en materia de movilidad, gestión del agua, residuos y vivienda.
Salado ha felicitado al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, por convocar una reunión en la que también han participado la delegada del Gobierno andaluz en la provincia, Patricia Navarro, y alcaldes y representantes municipales de un total de 24 municipios.
El presidente ha señalado el transporte ferroviario como la solución a la movilidad en el área metropolitana de Málaga, que en 2035 será la provincia más poblada de Andalucía, periodo en el que sumará más de 300.000 habitantes. Así, ha explicado que esta zona está “prácticamente colapsada y necesita soluciones urgentes”. “No podemos ser el área metropolitana de Europa con más uso de vehículo privado porque no hay alternativas públicas potentes”, ha lamentado, al tiempo que ha indicado que la solución pasa por el tren: mejorar el cercanías y sus frecuencias, por llevarlo a Marbella y Estepona, por planificar y promover su llegada a la costa de la Axarquía y por mejorar el servicio en el Valle del Guadalhorce, zona estratégica de gran crecimiento, y Antequera.
Salado ha expuesto que el área metropolitana de Málaga tiene más de 1,5 millones de habitantes y posee un fuerte componente internacional, ya que cuenta con más de 320.000 residentes extranjeros. “Y a ellos hay que sumar los 13,5 millones de turistas que nos visitan cada año”, ha recordado, y ha apuntado que el ferroviario es un medio de transporte sostenible que “encaja a la perfección con la filosofía de los fondos europeos”.
El presidente ha afirmado que también es necesaria la coordinación en materia de gestión del agua, estudiar los recursos disponibles, mejorar la solidaridad, las interconexiones y la eficiencia, como ya se está haciendo con el agua reciclada.
“Málaga no puede morir de éxito. El crecimiento debe ser una oportunidad para progresar, no un gran problema”, ha manifestado Salado, quien ha añadido que esta realidad exige inversiones y soluciones. “Todas las administraciones debemos implicarnos, especialmente el Gobierno central, sea del color político que sea”, ha sostenido.
El presidente ha destacado que Málaga es una de las provincias españolas que más impuestos recaudan e ingresan al Estado, con 4.400 millones de euros el año pasado. “Y nos gusta aportar al crecimiento de nuestro país, pero para que sigamos creciendo y aportando debe haber inversiones importantes”, ha advertido, y ha apuntado que no se están pidiendo inversiones extraordinarias que no se estén haciendo en otras áreas metropolitanas, como Barcelona (con 16.000 millones sólo en la línea 9 de metro); Madrid (2.000 millones en obras de ampliación del suburbano) o Sevilla (más de 1.100 millones en la línea 3 del metro).
“La Costa del Sol y el área metropolitana de Málaga no quiere ser más que nadie, pero tampoco puede ser menos que nadie. Y necesita inversiones”, ha asegurado.
Además del presidente de la Diputación, el alcalde de Málaga y la delegada del Gobierno de de la Junta de Andalucía en Málaga, a la reunión han asistido los alcaldes de Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almogía, Álora, Benalmádena, Cártama, Casabermeja, Coín, Colmenar, Mijas, Pizarra, Rincón de la Victoria, Torremolinos, Totalán y Vélez Málaga, así como los de Algarrobo, Antequera, Casares, Estepona, Manilva y Nerja y representantes de Fuengirola, Marbella y Torrox.
Dinámica de trabajo
El objetivo de esta primera reunión era definir cuál será el mecanismo para que estos municipios puedan profundizar a nivel técnico y posteriormente político en las siguientes temáticas:
-El abastecimiento de agua y los correspondientes servicios de saneamiento y depuración y reutilización del agua usada.
– La movilidad entre los municipios, con una especial sensibilidad hacia el transporte público.
– La eliminación de residuos, con su recogida separada y reutilización máxima.
– El conocimiento del suelo disponible para uso residencial y también para usos productivos, como oficina, logística, equipamientos y espacios libres.