Quirónsalud Málaga pone en marcha una Unidad Integral de Oftalmología Avanzada

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El Hospital Quirónsalud Málaga ha puesto en marcha su Unidad Integral de Oftalmología Avanzada, coordinada por el doctor Ramón Sánchez-Palencia y completada por oftalmólogos y optometristas de referencia en cirugía refractiva de cataratas, retina, glaucoma, estrabismo, presbicia, ojo seco, párpados y oftalmología pediátrica. Así, se han incorporado al servicio nuevas técnicas diagnósticas y quirúrgicas para ofrecer al paciente el tratamiento más adecuado a su patología, como el láser femtosegundo y el láser teneo, para miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia o cataratas; así como el láser de luz pulsada o el plasma rico en factores del crecimiento, para el tratamiento del ojo seco, una de las patologías más frecuentes en las consultas de Oftalmología.

Por otro lado, ejemplo del compromiso por una atención integral y de calidad, el equipo de Oftalmología también se ha esforzado en los últimos tiempos para conseguir la acreditación para poder realizar trasplantes de córnea, siendo el primer hospital privado de la provincia autorizado para ello.

“Nuestro compromiso radica en ofrecer una atención multidisciplinar y personalizada para dar respuesta a las diferentes necesidades de nuestros pacientes, con el fin de garantizar la mejor, más eficiente y más avanzada Oftalmología”, declara el doctor Sánchez-Palencia. Para ello, se ha actualizado todo el equipamiento y actividades oftalmológicas, incorporando además nuevos especialistas en diferentes patologías, para ofrecer una respuesta integral de la especialidad. Así, y siempre fomentando la importancia de un servicio preventivo mediante revisiones, “podemos detectar precozmente patologías que podrían llevar a trastornos irreversibles o incluso la ceguera, diagnosticando y tratando de forma especializada y con los mejores equipos las diferentes enfermedades del ojo”. 

Síndrome del ojo seco, principal causa de consulta con el oftalmólogo

El síndrome del ojo seco se ha convertido en la principal causa de consulta con el oftalmólogo, “vemos 5-6 pacientes al día con esta patología, afecta al 30% de la población y provoca sequedad, molestias y problemas de visión, dificultando la vista y disminuyendo la calidad de vida de los pacientes que la padecen”. Entre los tratamientos más novedosos para el ojo seco, explica el doctor Sánchez-Palencia, se encuentra “el láser de alta frecuencia, que consiste en aplicar destellos de luz pulsada de alta intensidad (IPL) sobre los párpados inferiores y la parte superior de las mejillas para estimular la circulación sanguínea y las terminaciones nerviosas”.

Con este tratamiento “conseguimos una reducción de la inflamación local y de las bolsas palpebrales, una mejora de la circulación del área tratada, facilitando la salida del material graso de las glándulas de Meibomio y mejorando a su vez la estabilidad de la película lagrimal. Además, contribuye a estabilizar la flora conjuntival y palpebral gracias a su efecto antimicrobiano y antiparasitario, por lo que está indicado para el tratamiento de blefaritis”.

Entre las ventajas, además de los resultados, es que es “totalmente indoloro y de sencilla aplicación, sin necesidad de entrar a quirófano”. Se realiza entre 4 y 6 sesiones, cada sesión dura alrededor de unos 5 o 10 minutos e incluso, según la gravedad, puede dar alivio en la primera sesión.

Otra de las principales novedades que incorpora esta unidad es el tratamiento del ojo seco mediante plasma rico en factores de crecimiento, una técnica que permite regenerar los tejidos de forma eficaz, sin efectos secundarios y reduciendo notablemente el tiempo de recuperación.

De esta manera, a través de una pequeña cantidad de sangre procedente del propio paciente, “podemos aislar y concentrar las proteínas responsables de la reparación y regeneración de los tejidos para utilizarlos terapéuticamente. Así, la aplicación del plasma rico en factores de crecimiento, a través de un colirio que se suministra al paciente, permite estimular y acelerar la regeneración de tejidos, mejorando la estructura y la lubricación de la superficie ocular; favoreciendo la formación de un tejido maduro y funcional, ejerciendo un efecto protector frente al riesgo de fibrosis y cicatrices y disminuyendo la inflamación y el dolor”.

Además, su función no se limita al ojo seco, sino que puede beneficiar al paciente ante úlceras corneales latentes, las que presentan dificultades de cicatrización, y mejorar la evolución tras la cirugía refractiva con láser o la perforación corneal asociada al trasplante de membrana amniótica.

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