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Nueve mujeres de Torremolinos víctimas de malos tratos participan en un taller para la reconstrucción emocional y recuperación de las habilidades sociales perdidas durante su aislamiento, impartido por la Federación Malagueña de Peñas ‘La Alcazaba’ con la financiación de la Diputación de Málaga y la colaboración del Ayuntamiento de Torremolinos.
El concejal, Francisco García Macías, junto a miembros de la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Torremolinos, ha dado la bienvenida a las participantes en este taller deseándoles que les pueda ser de gran utilidad en su proceso de recuperación.
De siete sesiones semanales, el taller compila dos vertientes para tejer una calidad de vida necesaria con la que satisfacer carencias provocadas por la exposición prolongada a un maltrato. Consiste en el asesoramiento profesional de las usuarias y la sensibilización para una inclusión real que tiene como fin forjar un tejido social prolongado en el tiempo.
Según María Elisabeth Contreras, creadora del taller y experta en intervención profesional en víctimas de Violencia de Género, “el taller atiende a las mujeres y las acompaña para evitar su dependencia de las instituciones, potenciando y recuperando habilidades sociales de las víctimas de forma muy dinámica, con una actualizada teoría que siempre se pone en práctica para una recuperación real, de manera que ellas puedan visualizarse siendo capaces de reconducir su vida y gestionar ellas mismas sus propias secuelas”.
Para ello contarán con la ayuda de profesionales que les acompañarán en este proceso como una asesora de bienestar emocional, una monitora de arteterapia, un asesor en nutrición y bienestar, una integradora social, una abogada, un coaching deportivo o una de liderazgo.
El taller persigue la recuperación de habilidades sociales a través de la creación de un tejido social y empresarial sensibilizado e implicado con el colectivo de riesgo de exclusión social, evitando el deterioro emocional y físico de las usuarias, las cuales tienen derecho a recuperar una buena salud mental y una vida libre de estigmas impuestos al colectivo, sujeto a prejuicios sociales e intrapersonales.
El entorno de las víctimas también es dotado de información, siendo sumamente gratificante para la persona que participa en estas colaboraciones empresariales e institucionales ya que son múltiples los beneficios creados alrededor de las mujeres que necesitan después de un aislamiento, contar con apoyos y comprensión real de la dimensión de esta problemática social.