La Diputación de Málaga y la Junta de Andalucía unirán esfuerzos para salvaguardar la seguridad hídrica de la provincia de Málaga ante la escasez de lluvias. El presidente de la Diputación, Francisco Salado y la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, han firmado hoy un protocolo de colaboración entre ambas administraciones para definir líneas de actuación ante el momento de excepcional gravedad que atraviesa la provincia en este sentido.
El protocolo que hoy se ha firmado pretende mejorar aún más la coordinación entre ambas administraciones, acelerar los proyectos y su tramitación y prestar auxilio técnico, administrativo y financiero a los ayuntamientos.
El objetivo es aprovechar hasta la última gota de agua y aumentar de forma urgente los recursos disponibles en caso de que siga sin llover, aumentando la eficiencia en la gestión del agua en todos los ámbitos. “Todas las administraciones debemos arrimar el hombro más, coordinarnos mejor y definir las líneas prioritarias de actuación para mejorar la seguridad hídrica de la provincia de Málaga, porque es una crisis de Estado”, ha precisado Salado.
El presidente ha incidido en que la mejora de las redes municipales es algo “que obsesiona” a la Diputación, así como poner en carga recursos que ahora mismo no están siendo aprovechados, ya sean pozos con alta salinidad, aguas recicladas para riego o incluso agua del mar. Por tanto, este protocolo va a definir las líneas prioritarias de actuación de la Diputación de Málaga en materia de agua y su coordinación y cooperación con las actuaciones previstas por la Junta y el Estado en la provincia.
El convenio considera como prioridad el tratamiento de las aguas salobres en Vélez-Málaga y Fuengirola, entre otras localizaciones, y actuaciones en las cuencas de las depuradoras con tratamiento terciario en la Axarquía.
Como actuaciones inmediatas destacan atajar problemas como la presencia de aguas saladas y salobres en las redes de alcantarillado que está perjudicando la calidad de las aguas depuradas en terciario que se están utilizando para riegos agrícolas o la intrusión marina en los colectores, que requieren “una solución con carácter urgente, posiblemente instalando estaciones desalobradoras en las zonas afectadas, principalmente Vélez-Málaga y Algarrobo”, ha indicado el presidente de la Diputación.
Otro de los objetivos es aprovechar las aguas subterráneas salobres, ayudando a los ayuntamientos a construir pozos, implantando el tratamiento especial, así como poner en explotación y acondicionar pozos en desuso.
Todos esos objetivos serán evaluados y por un comisión de seguimiento entre ambas administraciones, de la que, por parte de la Diputación de Málaga formarán parte también Acosol y Axargua. En esta comisión técnica, tal y como ha adelantado Crespo, se evaluarán y repartirán las obras y en el mes de enero, cuando se establezca el Decreto de Sequía, se establecerán la cuantías.