La Diputación de Málaga impulsará durante este mandato un nuevo gran proyecto: el Corredor Verde del Guadalhorce, una propuesta que incluye a los ocho municipios que forman parte de la cuenca baja del río en un recorrido de 54 kilómetros, entre los parajes naturales del Desfiladero de los Gaitanes y la Desembocadura del Guadalhorce. El proyecto aúna la recuperación ambiental y paisajística del río y sus afluentes, la creación de grandes espacios de esparcimiento y ocio y el acondicionamiento de senderos y paseos, generando con ello el mayor parque fluvial de España, con cuatro millones y medio de metros cuadrados.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha presentado hoy las líneas estratégicas de esta iniciativa junto al alcalde de Álora, Francisco Martínez; el alcalde de Ardales, Juan Alberto Naranjo; el alcalde de Pizarra, Félix Lozano; la alcaldesa de Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma; el alcalde de Coín, Francisco Santos; el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo; el alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova; y la concejala de Sostenibilidad Ambiental de Málaga, Gema del Corral.
Salado ha destacado que este será posiblemente el mayor proyecto de la Diputación durante este mandato y se ha mostrado convencido de que será un revulsivo para toda la comarca y para la provincia.
“El gran objetivo -ha apuntado- es hacer del Valle del Guadalhorce un lugar estratégico, no solo de la provincia de Málaga, sino de toda Andalucía, para el desarrollo de actividades sostenibles poniendo en valor su entorno natural, su rica y variada biodiversidad y su patrimonio histórico y cultural. Todo ello sin olvidar su potencial ganadero y, sobre todo, agroalimentario, que es una de sus señas de identidad y que convierten al Valle en la huerta de Málaga”.
Igualmente, se ha referido a las cuatro apuestas de la Diputación de Málaga que en los últimos años han contribuido a poner en valor el patrimonio natural, realzando la variedad territorial y ambiental de la provincia: la Gran Senda de Málaga, la Senda Litoral, el Caminito del Rey y la pasarela de madera de la desembocadura del Guadalhorce.
El GR-248, eje vertebrador
El presidente de la Diputación ha explicado que en 2017 se comenzó a planear y a trabajar en el proyecto del Corredor Verde del Guadalhorce tomando como eje vertebrador la Gran Senda del Valle del Guadalhorce (GR-248). Los análisis y los estudios realizados por la empresa Turismo y Planificación Costa del Sol se han plasmado en un documento con diversas líneas de actuación que se presentó a alcaldes y representantes municipales el 16 de abril. Y, a partir de ahora, se trabajará conjuntamente para concretarlas en un plan estratégico junto a los ocho ayuntamientos, la Junta de Andalucía y el Gobierno central.
Francisco Salado ha resaltado que esta iniciativa que se enmarca en el compromiso de la Diputación con la Revolución Verde, con la puesta en valor de todo nuestro patrimonio natural como gran oportunidad para el desarrollo económico sostenible de la provincia. Y ha indicado que, dada su envergadura, se necesitará financiación por parte de todas las administraciones, incluidos los fondos europeos. Para la ejecución del proyecto se han solicitado 40 millones de euros del fondo Next Generation EU.
Salado ha concretado que en el presupuesto de la Delegación de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático se reservan para este año y para 2022 veinte millones de euros para actuaciones asociadas a la Gran Senda de Málaga y a espacios naturales del interior. Y en este marco se esperan poner en marcha algunas actuaciones del Corredor Verde antes de final de año.
Al respecto, ha precisado que están en redacción proyectos por unos tres millones de euros para la mejora del tránsito entre los municipios a través de los recursos fluviales.
Restauración de las riberas y zonas de esparcimiento
El Corredor Verde del Guadalhorce cuenta con varias líneas de actuación. Por un lado, la recuperación ambiental y paisajística de las riberas del Guadalhorce, de sus afluentes (como los ríos Turón, Grande, Campanillas, Fahala y Pereilas) y de una treintena de arroyos, que suman una longitud de casi 400 kilómetros.
En este sentido, se contempla la limpieza y conservación de los cauces, la revegetación de especies autóctonas y la eliminación de otras que no son propias del entorno. Ello se completa con la restauración de zonas de especial valor ambiental y paisajístico del entorno, que suman unos 400.000 metros cuadrados.
Otra de las líneas de actuación es la creación de media docena de grandes zonas de esparcimiento. En este sentido, el Corredor Verde se convertirá en el parque fluvial más grande de España ya que se prevén diversas actuaciones que sumarán una superficie total de cuatro millones y medio de metros cuadrados.
Así mismo, se contempla en este ámbito regenerar y ordenar el entorno del embalse del Conde de Guadalhorce, diseñando una estrategia para su mayor aprovechamiento turístico, cultural y social con criterios de sostenibilidad.