El estado de alarma ha provocado que pacientes con patologías distintas a la covid-19 hayan decidido no acudir al médico por temor al contagio. De hecho, los datos observados en la red de hospitales Vithas, coincidentes con otros estudios, indican por ejemplo que la atención a pacientes con angioplastias en caso de infarto agudo ha disminuido un 40% y lo mismo ha sucedido con los ictus, ya que el número de pacientes que han acudido al especialista por este motivo se ha reducido un 30%.
El doctor David Baulenas, director corporativo asistencial y de investigación de Vithas, advierte de que “estamos atendiendo estas patologías más tarde de lo que lo hacemos habitualmente porque el paciente espera en casa hasta que no puede más. Sin embargo, existen toda una serie de motivos de consulta en urgencias que no deberíamos demorar por su potencial riesgo. El confinamiento, los mensajes de no salir de casa y el miedo a acudir a los hospitales nos puede pasar factura si no alertamos de esta situación.”
A nivel mundial, estudios[1] recientes advierten incluso del efecto adverso que las medidas de confinamiento y el miedo a la infección en centros sanitarios pueden tener sobre la población infantil ya que pueden llegar a incrementar su mortalidad.
La atención temprana evita que la salud del paciente se complique
El retraso en acudir al especialista o urgencias durante la pandemia puede suponer un serio empeoramiento de la salud de pacientes con patologías de todo tipo ya que impide un diagnóstico y tratamiento apropiados, agravándose la patología y la salud del paciente. “Demorar estas consultas empeora su evolución y pronóstico. Los pacientes pueden acudir con seguridad a nuestros hospitales, porque contamos con las mayores garantías de calidad y seguridad, con circuitos diferenciados para pacientes con covid-19 en beneficio de la seguridad de todos”, afirma el Dr. Baulenas.
Patologías cardiovasculares –anginas de pecho e infartos-, accidentes isquémicos transitorios e ictus mejoran su pronóstico con atención temprana y disminuyen la mortalidad y las complicaciones asociadas. Los infartos agudos de miocardio, por ejemplo, son una de las principales causas de muerte en países desarrollados. Sin embargo, en plena pandemia por covid-19, hay un 40%[2] menos de angioplastias en casos de infarto agudo. “Es muy preocupante que las personas aguanten en su casa si sufren esta patología. En algunos casos el dolor cede, pero deja en el corazón unas heridas que veremos más tarde, incluso en revisiones rutinarias, en forma de insuficiencia cardiaca u otras secuelas post-infarto”, indica el Dr. David Baulenas.
En este sentido, el miedo a contagiarse de covid-19 es uno de los factores que provoca que los pacientes retrasen su visita al médico, y los que finalmente deciden acudir a urgencias “en muchos casos acuden en estadios más avanzados de afectación miocárdica”, constata el director asistencial corporativo de Vithas, que insiste en la disminución de la mortalidad y complicaciones de esta patología si se acude a urgencias a tiempo.
En el caso de los ictus la situación es muy parecida y el descenso del número de casos detectado en Vithas coincide con los datos que ha arrojado la Sociedad Española de Neurología[3]. “En nuestros hospitales hemos visto un 30% menos de pacientes que acuden por esta patología. Los pacientes están pasando en casa los ictus leves o los accidentes isquémicos transitorios a pesar del riesgo que eso supone para su salud”, afirma el doctor Baulenas. Las consecuencias de no acudir al especialista en estos casos pueden empeorar las secuelas como la inestabilidad, pérdida de fuerza, alteraciones del habla, incontinencia urinaria u otras.
Por otra parte, la diabetes es una de las patologías que mayor repercusión están teniendo sobre todo en pacientes de debut que, ante síntomas inespecíficos y desconocidos, deciden esperar en casa a pesar de poder padecer cifras extremas de glucemia sin saberlo. “Para estos pacientes que desconocen la enfermedad y las nefastas consecuencias de no seguir un tratamiento adecuado, la demora diagnóstica puede tener consecuencias muy graves”, apunta el doctor Baulenas.