La consejera delegada de Turismo y Planificación Costa del Sol, Margarita del Cid, ha presentado esta mañana, junto con el presidente del Consejo Regulador del Vino, José María Losantos, el estudio de “Caracterización vitivinícola de la provincia”, con el objetivo de potenciar el segmento vitivinícola como recurso turístico de la Costa del Sol. El estudio, que Turismo y Planificación Costa del Sol ha realizado en colaboración con el Consejo Regulador del Vino, destaca a este sector como elemento clave en la lucha contra la despoblación del interior de la provincia.
Margarita del Cid ha señalado que des de la entidad “llevamos tiempo trabajando en estrecha colaboración, y así hace apenas unos meses presentábamos el logo de la Ruta del Vino de Ronda y Málaga, pero hoy damos un paso más y presentamos este estudio que nos hace una radiografía exacta de la provincia de Málaga en referencia a este importante sector”.
Málaga se caracteriza por su gran diversidad climática, orográfica, y paisajística. Y por poseer una gran cantidad de productos diferenciados entre sí, asociados a tres marcas de calidad, Denominación de Origen (DOP), “Málaga”, la Denominación de Origen (DOP) “Sierras de Málaga”, y la Denominación de Origen (DOP) “Pasas de Málaga”, lo que otorga aún más diversidad a la producción vitivinícola. El sector del vino ofrece una gran oportunidad a los territorios para trasmitir los valores específicos de los enclaves en los que están implantados las viñas y las bodegas y los de la provincia en su conjunto como imagen colectiva de todas ellas.
“Qué duda cabe de que Málaga mantiene un enorme vínculo emocional, cultural y económico con el vino y sus múltiples paisajes. Y que la producción vitivinícola es un antídoto indiscutible y contrastado contra el despoblamiento y una fórmula favorecedora de la sostenibilidad medioambiental, y de las economías locales”, ha resaltado la consejera delegada de Turismo Costa del Sol.
Para Margarita del Cid, “todos estos valores implícitos a la producción vitivinícola han propiciado, en primer lugar, un enoturismo incipiente que se ha ido forjando con el paso del tiempo y que finalmente ha abocado en la creación de una Ruta del Vino de ámbito provincial, la Ruta de los vinos de Ronda y Málaga, que se considera de gran importancia para el desarrollo de los municipios del interior”.
Ante esta realidad, ha apuntado Del Cid, “se ha considerado oportuno profundizar en un modelo que permita explicar el medio natural y su vínculo con la viña y el vino, con el fin de que sea conocido por los agentes económicos implantados o con intención de instalarse en el territorio, y para potenciar un turismo de interior eficiente y sostenible”.
Para la representante de Turismo Costa del Sol, este estudio de caracterización vitivínicola de la provincia de Málaga “respalda el hecho de que nuestras bodegas se han convertido en un excelente reclamo para atraer un turismo con unas motivaciones orientadas a vivir experiencias turísticas de calidad”. El segmento gastronómico de la provincia se ha convertido en uno de pilares básicos de la promoción turística gracias, entre otras cuestiones, a una de las iniciativas estrellas de la Diputación Provincial de Málaga, como es Sabor a Málaga.
Los datos que maneja Turismo Costa del Sol pone de manifiesto la envergadura y el potencial de este sector, así como la gran oportunidad de crecimiento que este producto turístico tiene en la provincia de Málaga. Y es que el gasto medio diario del enoturista ha aumentado considerablemente en los últimos años. En 2018 se alcanzó la cifra de 161,9€ por persona y día, frente a los 156,63€/día de 2017 y los 144,34 €/día de 2016. La cifra también es superior al gasto del turista general extranjero, cuyo gasto medio diario es de 137€ según último dato publicado por EGATUR vigente a día de hoy.
Este dato amplifica su importancia comparándolo con los 45,34€/día de media que gasta el turista nacional en sus viajes en España, último dato disponible de FAMILITUR y que analiza los viajes de los españoles dentro de nuestras fronteras. El gasto medio pone de relieve además la alta exigencia del enoturista, cuyo nivel de satisfacción es muy elevado y continúa aumentando hasta alcanzar 8,47 puntos sobre 10 según los datos que nos proporciona ACEVIN, Asociación Española de Ciudades del Vino.