Gran persona y gran amiga de todos, Giuseppina ha sido una gran luchadora a lo largo de toda su vida. Desde su Italia natal, pasando por la Selva Negra alemana, donde fundó su primer restaurante hasta terminar en la Costa del Sol hace ahora más de 25 años, ha sabido ganarse la admiración y el respeto de todos.
Cercana y gran conocedora del mundo de la gastronomía, supo buscar oportunidades y crear un grupo empresarial con varios establecimientos que se han convertido en un referente del mundo de la restauración en la Costa del Sol.
Una persona muy querida y muy apreciada, siempre pendiente de todos los comensales, y de todos los amigos y clientes. Nadie como ella sabía atender a cada uno de ellos para que se sintieran como en casa, de ahí el gran secreto de su éxito.
Sin duda una gran pérdida, imposible de sustituir, y que será recordada como una de las grandes empresarias y una de las grandes personas que más han trabajado por Marbella y por la Costa del Sol. Descanse en Paz”.