El Cementerio Histórico de San Miguel ha querido rendir homenaje a la Agrupación de Cofradías con motivo de su Centenario fundacional y lo ha llevado a cabo con la ejecución y presentación hoy de una nueva obra que formará parte del conjunto histórico y artístico del camposanto.
Se trata de un relieve realizado en bronce por el escultor malagueño Juan Vega. El acto se ha celebrado hoy uno de noviembre y ha contado, entre otras autoridades civiles, con la presencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el gerente del Parque Cementerio de Málaga, Federico Souvirón; el concejal de Medioambiente del Ayuntamiento de Málaga, Francisco Cantos; la concejala de Cultura, Noelia Losada; el presidente de la Comisión del Centenario, Luis Merino Bayona; el Sacerdote D. Francisco Aurioles y el vicepresidente primero de la Agrupación, José Carlos Garín, arropado también por diferentes miembros de Junta de Gobierno de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga y Hermanos Mayores de Hermandades y Cofadías de la ciudad.
La obra cuenta con una placa en la que se puede leer la siguiente leyenda: “A las Cofradías que contribuyeron a la construcción de la necrópolis, con el recuerdo de las generaciones de cofrades que aguardan la resurrección en este lugar sagrado. En el primer centenario de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga. Noviembre 2022”. La obra, en palabras de su autor, “El proceso creativo ha sido arduo e intenso, y en él, se han cuidado minuciosamente todos los detalles, especialmente la pátina aplicada al bronce, en la cual existen ciertas reminiscencias de los monumentos funerarios del siglo XIX.
La pieza, viene a rendir tributo a las cofradías y hermanos de las mismas que contribuyeron a la construcción de esta Necrópolis. Se trata de un monumento a modo de “lapida funeraria” compuesto por elementos de corte figurativo con motivos fácilmente reconocibles y comprensibles para cualquier cofrade. Así en la parte izquierda, figura la imagen de un nazareno portando la antigua y simbólica insignia denominada “quitasangre”, banderola arrastrada por los suelos que ha pervivido en Málaga como señal de luto, por lo que la idea a transmitir gira en torno a la certeza de la muerte.
Como contrapunto a este mensaje, en la parte derecha del relieve, aparece un ángel de amplios y volados ropajes haciendo ademán de tañer un clarín. Este elemento es muy común en la iconografía religiosa en general, y en la cofrade en la particular. En Málaga es todo un referente, por ejemplo, en los ángeles de esta composición que realizara Pedro Pérez Hidalgo con destino al antiguo trono del Cristo Resucitado, y que hoy están entronizados en el retablo del mismo, en la iglesia de San Julián. Precisamente, su significado gira alrededor de la idea de la vida futura, porque la trompeta en la tradición bíblica del Antiguo Testamento está asociada a la gloria del Señor, y en el Nuevo, anuncia y ordena la resurrección de los muertos, llegado el Juicio Final.
De esta forma, el tríptico proyectado se centra en estas dos cuestiones del ideario cristiano, tan recurrentes como recordatorio de los que cofrades de todos los tiempos, que descansan en este cementerio de San Miguel.
Como eje y centro de la obra, aparece en bajo-relieve una vista interior del cementerio, que ha sido modelada teniendo como referencia litografías antiguas, en ella puede apreciarse una procesión funeraria dirigiéndose hacia el interior de la capilla principal del campo santo”.