En la vida, seas quién seas, las celebraciones de los buenos momentos suelen dejar resaca. También suele ocurrir en cualquier puesto de trabajo tras el regreso de las vacaciones. Ambas cosas se le mezclan al Unicaja tras la conquista de la Copa ACB y el parón de las ventanas FIBA. Ibon Navarro dio al equipo siete días de vacaciones tras ganar la cita copera en Las Palmas de Gran Canaria. Una decisión más que merecida para una plantilla que comenzó la temporada antes que nadie, ya que disputó la Copa Intercontinental y la Supercopa Endesa en septiembre. Merecido descanso. Tras la vuelta al trabajo, como ya avisó el técnico del Unicaja, al equipo le iba a costar coger ritmo. Y es que el Unicaja ha vuelto… a remolque.
El primer partido tras la Copa y el parón por las selecciones era muy complicado. El BAXI Manresa visitaba el Martín Carpena. Los catalanes ya borraron de la pista al Unicaja en el duelo de la primera vuelta donde fueron capaces de ganar por 40 puntos de diferencia en el Nou Congost. El equipo malagueño, que en la previa del duelo culminó los festejos que restaban de la Copa, sufrieron de lo lindo. Pero se acabaron llevando el triunfo tras un gran último cuarto donde anotó 31 puntos y acabó imponiéndose con el resultado de 105-97.
Un dato curioso que dejó el partido es que el Unicaja estuvo durante mucho tiempo por detrás en el marcador. Aunque quién ríe último, ríe mejor. El conjunto de Los Guindos gozó de las últimas ventajas del partido y se acabó llevando el triunfo. Pero el BAXI Manresa estuvo por delante en el marcador durante 32:26 minutos. Dominio en el marcador durante el primer, segundo y tercer cuarto. También estuvo con ventajas durante el primer tramo del último cuarto. El 28-27 del segundo cuarto fue la única ventaja del Unicaja en toda la primera parte. Un triple de Kravish, a 6:54 del final, devolvió la ventaja para los malagueños (85-84).
A pesar de ir a remolque, el Unicaja llegó a tiempo. Esta situación fue muy parecida ante el Galatasaray. La diferencia con respecto al duelo del pasado domingo estuvo en el final. El marcador no sonrío a los intereses cajistas. El equipo de Ibon Navarro ponía punto y final a su racha de 18 victorias consecutivas en BCL. El duelo entre turcos y andaluces se acabó decidiendo con una canasta de Palmer Jr. a falta de 0,8 segundos para el final del encuentro. Previamente, el Unicaja apretó el acelerador y con dos triples de Kam Taylor, otro de Tillie y un excelente último cuarto de Tyson Pérez, estuvo a punto de llevarse la victoria para la capital de la Costa del Sol.
Pero esta vez la remontada no se culminó. Y el término de remontada está bien empleado, ya que el Galatasaray estuvo por delante en el marcador durante 35:10 minutos. Por su parte, el Unicaja sólo estuvo por encima en el marcador durante 2:28 minutos. En un día donde el liderazgo en el marcado cambió hasta en diez ocasiones. En baloncesto, estar tanto tiempo por debajo en el resultado, es difícil de gestionar. Aunque, como ocurre en todos los deportes, el resultado final es del que acaba acordándose todo el mundo. Quién gana último… gana mejor.
Este sábado ante el Covirán Granada, el Unicaja tiene la oportunidad de mejorar en la constancia durante los partidos. Algo que en los dos duelos tras la Copa ACB no ha podido demostrar. De los 80 minutos disputados ante BAXI Manresa y Galatasaray, el Unicaja sólo ha estado por encima en el marcador durante 9:05 minutos. Es decir, el equipo de Ibon Navarro ha estado por delante en el resultado durante el 11,35% del tiempo disputado.
De esta forma, un Unicaja a remolque… tras el regreso de la Copa ACB.