Ni con 400 seguidores en las gradas, ni con unos excepcionales Fernández, Alonso, Nzosa y Bouteille. El Unicaja se despidió de la Eurocup perdiendo ante el Mónaco de la bestia Lessort. El ex cajista, como ya hiciera en el Principado, impuso su fuerza y con 21 puntos y 11 rebotes llevó a los suyos a la victoria.
Ya lo demostró desde el salto inicial el cuadro monegasco. Lessort enseñaba músculo bajo tableros y abusaba de Guerrero, igual que Inglis lo hacía con un endeble Thompson. En dos minutos, con 2-8, ya tuvo que parar el encuentro Katsikaris. Pero no fue hasta la entrada de Nzosa, con 9 en contra, cuando se ajustó la defensa local. Lo de este chaval es un escándalo. Frenó a Lessort, que se marchó con 8 puntos en otros tantos minutos. Y con su velocidad y desplazamiento lateral hasta defendió al base rival. Conectó bien con Jaime Fernández, que venía de ser el MVP de la última jornada. El base, cada vez a mejor nivel, fue quien sostuvo con 10 puntos a su equipo en un cuarto que se cerró con 18-24.
El segundo ya tuvo mejor cara para los malagueños, que se lo pasaron pipa anotando ¡37! puntos. Con Nzosa muy enchufado, faltaba que alguien se animara desde el perímetro. Y con Jaime descansando, ahí Alonso activó su teleobjetivo. Dos triples consecutivos empataron el choque a 31. Y Bouteille, con un lanzamiento a tabla desde su Francia natal dio la primera ventaja a los cajistas (36-34). Fueron minutos en los que el alero y Dee Bost protagonizaron un bonito pique en ataque. Pero para exhibiciones, las de Jaime Fernández y Francis Alonso -14 puntos y 6 asistencias en esos instantes- que firmaron un 6-0 antes del descanso para llegar a vestuarios con la máxima ventaja: 55-48.
Ese ritmo anotador, lógico, iba a reducirse en la vuelta al parquet. Así lo reflejaba el electrónico en el ecuador del acto: 65-59. La ventaja se mantuvo hasta que Lessort volvió a hacer acto de presencia en el partido. El ex, con sus rebotes ofensivos, puso a los suyos a 1. Su kryptonita, nuevamente, fue Nzosa. Para ver en bucle los dos tapones consecutivos que le colocó. Y a la ayuda del congoleño llegaron Jaime y Bouteille para encarar la recta final 4 arriba (73-69).
Pero esa superioridad desapareció cuando los de Katsikaris bajaron su presión defensiva y, como consecuencia, su acierto en la zona enemiga. Dee Bost, siempre caliente, aprovechó y condujo la reacción de los suyos (77-79) con 7 minutos aún por disputarse. Una vez más fue Jaime quien se echó el equipo a sus espaldas, pero no pudo contrarrestar a un Lessort que dio una clase maestra ante Guerrero de cómo sacar 2+1. A 3 minutos se olía el peligro: 82-88. Y el Unicaja, a pesar del apoyo de los 400 espectadores, ya no tuvo energías para responder y despedirse con victoria de una Eurocup que tenían que ganar y en la que han fracasado.