Rafa Martínez mantiene una relación de altibajos con el Unicaja. Nunca llegó a vestir la camiseta verde, y no será por intentos. Cada verano que pasaba, ahí aparecía el escolta como uno de los futuribles refuerzos en Los Guindos, donde las necesidades y urgencias pasaban a un segundo plano. Es un jugador que históricamente ha gustado por su liderazgo y carisma. Pero con una personalidad que le jugó una mala pasada en la final de la Eurocup ante los cajistas: su comportamiento le costó la cruz en Málaga para la eternidad. Ahora dice adiós a las pistas tras una temporada inolvidable en BAXI Manresa.
El Unicaja tenía un acuerdo con el de Santpedor en 2010, pero decidió renovar por Valencia Basket y crear un legado con la camiseta taronja. Lo reconocía en ‘Sur’ allá por 2019: «Sabía que había rivalidad, pero no tanta. Me llegó la oferta de Málaga y Aíto me llamó. Aquel verano tuve otras ofertas importantes, es curioso. Aíto me convenció’ para fichar por el Unicaja, pero de aquella manera… Yo no estaba muy seguro de salir y al final decidí quedarme. Fue un verano complejo, con muchas llamadas y no estuve tranquilo. Aíto me llamó y fue muy llamativo porque incluso me aconsejó dónde podía ir. Hablé con él y con el director deportivo de entonces, Manolo Rubia, con el que tengo muy buena relación. Al final no pudo ser y me quedé allí para jugar la Euroliga y porque estaba a gusto».
El Unicaja llamó a la puerta de Rafa Martínez tras ser uno de los jugadores más determinantes de la competición: campeón de Eurocup y baluarte del equipo levantino. 13 puntos y un 52% en triples aquel año. Fue llamado por Scariolo a la preselección del Mundial de Turquía, finalmente no entró en la lista definitiva.
En Los Guindos lo volvieron a intentar años posteriores, pero sacar al escolta de Valencia ya era tarea imposible, coincidiendo además con el crecimiento del club. Esta historia iba a dejar un capítulo más: el catalán desvelaba en 2020 que el conjunto malagueño otra vez estaba interesado en sus servicios, una llamada que le dejó «helado», ya a estas alturas de su carrera. El eterno sueño roto del Unicaja.