Rubén Guerrero sigue siendo jugador del Unicaja; y parece que al culebrón le quedan algunos capítulos más. El pasado fin de semana, la web encestando.es daba por cerrada la cesión del canterano al Betis, pero siguen pasando los días y aún sigue sin anunciarse. Un silencio misterioso rodea a Los Guindos; se abren varias opciones respecto a la operación: que no será confirmada hasta que el Unicaja cubra ese puesto; que la cesión se haya parado; o directamente no haya nada.
Los medios locales se hacían eco horas después para corroborar que, efectivamente, el pívot está a un paso de seguir. Pero el hermetismo es tal que se desconoce el porqué no termina de hacerse oficial. Saldrían ganando todas las partes: el chico ya podría entrenar con su nuevo equipo, a las órdenes de Casemiro, su padre adoptivo; y el Unicaja moverse en el mercado dando por seguro que Guerrero no sigue. Y en Los Guindos no están sabiendo aprovechar estas dos semanas para cerrar operaciones.
Para más inri, Fotis Katsikaris, sobre el tema Guerrero, cuenta en Radio Marca Málaga que no sabe nada de esta operación: «No sé nada de esto. Lo que sale por ahí no puedo comentarlo. Si hay que hacer un cambio, yo soy de la filosofía que si es para ayudarnos, adelante. Pero no cambiar por cambiar. Rubén es de la casa, le tenemos mucho cariño; y todos queremos que rinda. Ha confesado que a veces su peor enemigo es él mismo, de creer en el trabajo que hace. Si está en rotación es que nos puede ayudar».
El Unicaja continúa moviéndose en un mercado de fichajes cogido con pinzas. Hay pocos jugadores que cumplen el perfil, además que las cuentas no están para echar cohetes. Y ya lo dice el heleno, si en el cambio de cromos salen perdiendo los malagueños, Rubén Guerrero seguirá.
