El Unicaja zanjará esta noche en el Carpena la fase grupos de BCL, ya con los deberes resueltos desde la penúltima jornada. Visita la capital de la Costa del Sol un Dinamo de Sassari, sin Chinanu Onuaku, que se marchó a Israel, obligado a imponerse frente a los verdes para tener opciones de estar en el play in; tendría que ganar y esperar un tropiezo del PAOK de Salónica en Dijon. Panorama complicado para los italianos. Por su parte, el conjunto malagueño solo tiene un aliciente para esta cita, que no es poco: hacer un pleno de victorias en esta fase; el único equipo que lo puede hacer a estas alturas. En la historia de la competición, solo el Brose Bamberg, hace un par de temporadas, ha sido capaz de firmar un 6-0; además de recuperar la inercia ganadora después de caer en el Palau.
Algo desangelado por no haber tanto en juego, por parte de los verdes, pero hay ganas de ver a este Unicaja de nuevo en casa después de haber encadenado varios partidos lejos de Málaga, con solo el lunar del Barcelona; que no empaña la racha histórica que se ha conseguido en los dos últimos meses. Es casi noticia anunciar una derrota de los verdes, lo que denota que algo bueno se está haciendo. Como en Salónica, será un día útil para Ibon Navarro y su cuerpo técnico de hacer probaturas, ojalá que con el mismo resultado que el PAOK Sports Arena hace unos días.
Los doce jugadores estarán a disposición del técnico vitoriano. Viendo el reparto de minutos en el Palau, no sería novedad ver a un Djedovic con mucho tiempo en pista o Will Thomas; los que menos participación tuvieron ante los de Jasikevicius. Ya mostró el Unicaja una intensidad máxima en Salónica pese a tener la clasificación bajo el brazo. Hoy no debería ser una excepción, y también resarcirte de una derrota hace 48 horas que seguro no ha sentado bien al vestuario, más con la polémica arbitral y el cómo.
Además, habrá un ojo en otras pistas porque el Unicaja conocerá esta noche su primer rival del ‘Round of 16’ de esta BCL: el Hapoel Holom isráeli o el Galatasaray turco. Los hebreos, líderes actuales de su grupo, dependen de sí mismos para encontrarse con los verdes. Tendrán que ganar en Oostende, mientras que los otomanos juegan en Varsovia frente al Legia.
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