El Unicaja se ha asentado en esa Ley de Murphy con respecto a su calendario; ya han sido varios episodios de aplazamientos en Liga Endesa y ahora parece que será el turno de la Basketball Champions League, que debería arrancar el 26 de enero. El Hapoel de Jerusalén, posible rival cajista, tenía que dirimir esta semana su eliminatoria con el Prometey ucraniano; de ahí saldrá uno de los dos equipos para completar el grupo.
Los israelíes han confirmado siete positivos en su plantilla, lo que obliga a retrasar el encuentro de ‘play in’, mínimo para dentro de diez días. Otro contratiempo en el calendario del Unicaja, ya que no podrá arrancar ese ‘Round of 16’ hasta que el grupo esté completado. El que sí se jugará parece es el Igokea-Oostende, el último billete para ir al grupo K.
Va a depender de cómo vaya evolucionando el brote del Hapoel; todo parece indicar que el retraso será mínimo de una semana. Un calendario que cada día ve como sufre alteraciones y el Unicaja está saliendo muy perjudicado, si no se producen más variaciones, los cajistas no volverán a competir hasta el 30 de enero, aunque es probable que se recupere algún partido aplazado en estas dos semanas.
Toca esperar noticias; mientras tanto, los afectados en la plantilla de Katsikaris están próximos a cumplir la cuarentena.
